Periodistas Unidos. CIudad de México. 11 de octubre de 2022.- Mientras el desquiciado Alcalde de Coyoacán, Giovani Gutiérrez, eroga, de las arcas públicas, varios millones de pesos en anuncios en cada poste de esa demarcación, pregonando que su fallida administración es un éxito y con el falso lema: Imparables, se firma un nuevo pacto con el fin de evitar una mayor inflación.
Imposible tener idea si funcionará en parte, ya que no solamente el gobierno no es brujo para intentar solucionar los problemas de aquí y mundiales, como dijo Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda con fuertes lazos con las empresas de inversión.
Pero en este aspecto como en los acuerdos para que llegue dinero para obras importantes, y no las que vemos como espectaculares pero son una bofetada a los millones de pobres, como la recién inaugurada Torre Mítikah, son una prueba más de la forma del capitalismo farolón y destructor.
Ojalá el famoso Acuerdo contra la Inflación y la Carestía (Apecic), vaya adelante y baje el precio de la canasta básica (24 productos) en ocho por ciento; o sea, 90 pesos menos, algo que la gran mayoría agradecerá y será base para las elecciones de 2024.
Pero si bien el gobierno se apretará el cinturón y no aumentará precios en electricidad, energéticos, autopistas y más y 15 grandes multimillonarios aceptaron no subir cobros a maíz, huevo, atún, carne y otros productos. Uno de ellos, Bimbo, afirmó que regalará productos que muchas veces no comercializa y antes que se echen a perder, los donará.
Pero, todo está sólo en el papel y la realidad es otra.
Por ejemplo, Minsa y Maseca, dicen que ellos únicamente producen el 30 por ciento de la harina de maíz para las tortillas (El Heraldo, 4 de octubre). Bachoco ha fallado en cada ocasión que firma apoyos. Y tenemos insuficiencias en maíz, frijol, trigo y demás productos básicos, desde que el chaparrín, Carlos Salinas, firmó el TLCAN y dejó en manos de Estados Unidos la producción de granos, los cuales cada año importamos más.
Mientras los llamados inversores únicamente piensen en sus ganancias, los pactos son únicamente documentos que pueden servir para colgarse en un despacho o archivarse para desaparecerlos, sin que ni siquiera los hackers puedan saber qué se propuso.
En el famoso libro de Peter Phillips: Megacapitalistas. La elite que domina el dinero y el mundo (Grijalbo), se menciona entre los más poderosos del orbe a Carlos Slim, con 54 mil 5000 millones de dólares.
Dijo bien José Mujica, ex presidente de Uruguay: para que se quiere más dinero si vamos a morir y la lana no lo evitará; en lugar de seguir acumulando hay que repartir y vivir con lo elemental. Sentencia para todos los humanos.
Pero Slim y las 198 personas que manejan el mundo económico y financiero no leen y les tiene sin cuidado lo que ocurra, mientras hacen esos faraónicos edificios para el asombro de quienes los visitan.
Por cierto, del selecto grupo, 17 de ellos manejan 500 corporaciones y más de 41 billones de dólares. ¿Sabrán acaso que por hambre mueren cientos de seres humanos diariamente? Lo dudo y no les importa.
Ojalá funcione el famoso Apecic, aunque, pesimista (un optimista que tiene datos serios en la mano), lo dudo. El capital no tiene sentimientos sino busca utilidades a toda costa, aunque vea un futuro demencial.
- Murió el excelso poeta y gran persona: David Huerta. Recibió varios premios, súper merecidos, aunque el mejor homenaje es leerlo. Lo conocí por su padre, El Gran Cocodrilo, como se le decía, Efraín Huerta, otro fuera de serie en este México sufrido pero de grandes artistas, a pesar de la pobreza y la falta de estímulos para la creación.