Periodistas Unidos. Ciudad de México. 27 de abril de 2024.- A partir de junio próximo, para apagar cualquier ánimo de conflictividad postelectoral, el presidente más querido de este país iniciará un recorrido a lo largo del territorio nacional; en ese recorrido se podrán captar incontables imágenes que quedarán en la historia, por su ternura y emotividad, mujeres indígenas, personas de la tercera edad, madres solteras, personas con discapacidad, le expresarán sus agradecimientos por el apoyo que “les dio el presidente” a través de los programas sociales, con esa ternura, que a muchos los llevará al borde de las lágrimas, viendo partir al presidente hacia Palenque después del 1 de octubre próximo.
Pero, ¿realmente habrá cambiado la fisonomía económica y política de nuestro país? ¿Habrá cambiado la historia de la distribución de la riqueza y dejaron de existir los pobres en nuestro país? Éstas y muchas preguntas más son a las que hay que dar respuestas para salir un poco del México ideal que día a día se fue construyendo en el subconsciente colectivo, a través de un cuentacuentos que se repite durante todas las mañanas, desde Palacio Nacional. Para eso fueron tan útiles las “benditas redes sociales”.
Pero aterricemos a la realidad, esa realidad que se mueve con fuerzas materiales, el ejercicio del poder político tiene resultados, y esos son los únicos válidos para una caracterización seria de la naturaleza de un gobierno y no los discursos, las declaraciones.
Los programas sociales y las grandes obras del presidente Andrés Manuel López Obrador han impactado en la estructura de las clases sociales, de una manera en las clases dominantes y de otra en las clases trabajadoras.
Por ejemplo, la revista Forbes entrega cada año una nueva lista de quienes rebasan los mil millones de dólares en sus riquezas; el pasado mes de marzo publicó los 2 mil 692 escalones de los milmillonarios del mundo, de los cuales 21 escalones los ocupan mexicanos, de los 21, durante el gobierno actual 12 han sido incorporados a la lista como nuevos milmillonarios del mundo: Alejandro Bailleres Gual, Juan Domingo Beckmann Legorreta, Karen Virginia Beckmann Legorreta, Enrique Coppel Luken, Cynthia Helena Grusman Fleishman, Rubén Coppel Luken, Alberto Coppel Luken, José Coppel Luken, Agustín Coppel Luken, Fernando Espinosa Abdalá, Leopoldo Espinoza Abdalá y Alfredo Harp Helú. Los otros nueve, no sólo se mantienen sino han visto crecer enormemente sus riquezas, como el caso de Carlos Slim Helú, que en 2019 poseía 64 mil millones de dólares y ahora, iniciando 2024, llegó a 102 mil millones de dólares, es decir: en cinco años de la 4T obtuvo ganancias de 38 mil millones de dólares que en pesos mexicanos serían cerca de 627 mil millones.
En medio de hermosas palabras para los pobres, las ganancias contantes y sonantes han fluido a raudales a las arcas de las familias más ricas. A propósito de la 87 Convención Nacional Bancaria, que reunió en Acapulco a todos los banqueros del país; de hecho el recorrido de despedida del sexenio inició ahí, en palabras del propio presidente AMLO: “Les agradezco mucho… me despido de ustedes por anticipado. Me han tratado muy bien, con respeto, y considero que han sido correspondidos, los he tratado con respeto y he cumplido los compromisos que hice al inicio de mi gobierno… Felicidades, fue un año récord”, les decía en medio de una ambiente festinado por los 273 mil millones de pesos que en ganancias acumularon los banqueros en 2023.
En el otro extremo de la pirámide social resulta que a cinco años de gobierno de la 4T, todavía hay 56 millones de mexicanos que están dentro de la pobreza de ingresos, según las propias instituciones del gobierno; los trabajadores se tienen que conformar con el aumento del salario mínimo, mientras el salario contractual siga depreciándose día a día, los jubilados deben de sobrevivir con sus pensiones en unidades de medida de actualización (UMA) que valen menos de la mitad del salario mínimo, y a los futuros jubilados se les busca cobijar un poco con el Fondo de Pensiones para el Bienestar, que significa algo así como tapar al vivo con la cobija del muerto, para que no pase tanto frío. La inseguridad, la violencia, los feminicidios, desgarrando a la sociedad a cada instante.
Mientras a los banqueros el presidente les dice que los ha tratado bien y les ha correspondido, a los maestros de la CNTE que se reunieron con él en Palacio Nacional los días 1 y 15 de abril pasados, los pretendió regañar, los quiso colocar en el banquillo de los acusados, le dijo que las mesas de diálogo con él se suspendieron porque los maestros de Chiapas lo trataron muy mal, por eso les regatea un salario digno, les regatea recursos para contratación de los docentes que se necesitan en todo el país, les regatea dinero para la infraestructura escolar, y no se diga el trato indigno que ha tenido con los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desparecidos por el Estado mexicano.
Quitando máscaras, parece que se trata de un presidente de los milmillonarios y de los banqueros… hay que seguir deslindando los campos, sólo así podemos marcar los senderos de nuestra lucha de clases.