¡Exitosa democracia!

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 15 de mayo de 2022.- En tanto se discute si la reunión de las “democracias” en Estados Unidos en junio, debe o no invitar a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, algo que ha planteado López Obrador, vamos descubriendo algunas perlas de lo importante que es el sistema que tiene como líder a nuestro vecino del norte.

Por un lado, encontramos que hay una alarma en USA por los 107 mil muertos por sobredosis de fentanilo, en 2021. Lo que marca una cifra récord.

Por otro, como bien anota Daniela Pacheco en Milenio (11 de mayo), están invitados al cónclave el famoso: Iván Duque, de Colombia, el segundo país más mafioso del orbe y represor consumado; Nayib Bukele, de El Salvador, uno de los jefes de estado que más “respeta los derechos humanos”, según vimos en la forma de encuerar y retratar a los delincuentes y mandar asesinar a posibles integrantes de la Mara Salvatrucha (invención yanqui, según Marco Lara Klarh, en su libro: Hoy te  toca la muerte); Guillermo Lasso, de Ecuador, banquero que para desarticular lo que hizo Rafael Correa, entrega a  su país a los grupos financieros tanto de Israel como estadounidenses,  y Jair Bolsonaro, el antiambientalista, quien incendia el Amazonas y liquida a los indígenas para ocupar sus tierras y buscar petróleo.

Claro, para que el concierto tenga un director eficaz, estará en el pódium, Luis Almagro, el jefe de la siniestra OEA.

Al encuentro,  no irá AMLO, ni Luis Arce de Bolivia, ni seguramente Xiomara Castro Sarmiento de Honduras, esposa de Manuel Zelaya, quien fue derrocado por un golpe militar en dicho país el 28 de junio de 2009.

No debemos olvidar que el anterior presidente hondureño, intocado por los Estados Unidos hasta que concluyó su gestión, Luis Orlando Hernández, fue detenido por negocios con  armas de fuego y narcotráfico, y actualmente se le procesa en donde antes se le ensalzaba, los mismos Estados Unidos.

Y  de repente, nos enteremos que en la nación prototipo de la democracia, a la cual ensalzaba Alexis Tocqueville (obra de 1835 a 1840), desde 1926, cuando menos, 83 por ciento de los niños indígenas fueron internados en escuelas para asimilarlos al sistema culturalmente y despojarlos de su territorio.

Algo que ya habíamos visto, de otra manera, en aquellas películas de indios contra vaqueros o el ejército, los cuales asesinaban a tribus mexicanas en los estados que luego se anexaron.

Ahora Deb Haaland de Laguna Pueblo, y en el gabinete de Joe Biden, señala que miles fueron castigados en serio por utilizar su idioma o recordar sus tradiciones.

El asunto de represión extrema se resumía en un lema: “Mata al indígena y salva al hombre”. ¡La democracia en todo su esplendor!

Para Deborah Parker de la Coalición Nacional de Saneamiento de los Internados Indígenas, los niños deben ser regresados a cada familia.

Algo que nos recuerda a las Madres de la Plaza de Mayo que buscaron por años a sus hijos o nietos. Por lo que quizá conmueva a Alberto Fernández, y diga no voy al único Imperio existente.

Haaland señaló que hará una búsqueda exhaustiva durante un año, pero señaló que la gran democracia occidental debe rendir cuentas amplias y precisas del genocidio cometido contra los niños nativos. O sea, hay asuntos pendientes en derechos humanos de forma seria.

Esto nos recuerda la película de Denis Arcand: Las invasiones bárbaras (2003)-puede verse en Internet-, donde entre otras cosas muestra las iglesias vacías, ya que en Canadá, donde se filmó, también los nativos fueron  separados de sus familias para evitar que continuarán con sus culturas y negociar sus tierras.

Tanto que de 1831 a 1996 secuestraron, en EU, a 150 mil niños de sus familias, llevándolos a internados cristianos.

Encontraron dos grandes tumbas. Con 215 cuerpos en el Colegio de Columbia y con 715 en la Nación Cowessess.

Justin Trudeu, el reelecto presidente canadiense, le pidió al Papa Francisco una disculpa por los abusos, la cual espera desde hace tres años.

Entre simulaciones y masacres se han conformado las naciones vecinas del norte: Estados Unidos y Canadá.

Y el país vecino es una democracia tutelada, ya que el Colegio Electoral, y no el voto de los ciudadanos, decide quién gana las elecciones, algo de lo que bien sabe Al Gore y otros.

¿Hay lugar para exclusiones en las Cumbres?

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

 

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