Fisco y destrucción de libros

Por Humberto Musacchio

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 20 de abril de 2021.- Si alguien busca títulos de la estupenda serie de ciencia ficción que publicaba Ediciones B, será mejor que se olvide. Ya no están en librerías. La causa, que no razón, es que para las firmas transnacionales resulta más rentable destruir los libros que mantenerlos en bodega. La legislación fiscal favorece este absurdo de lesa cultura, pues los libros embodegados son activos contables, y cualquier empresa procura no mostrar toda su riqueza para pagar menos impuestos. El resultado es que las transnacionales ponen su mayor interés en los best-sellers, cuando muy bien podrían llegar a un acuerdo con los libreros, los de nuevo y los de viejo, para poner sus saldos a la venta, por supuesto, a precios castigados para llegar de este modo a los interesados y, lo mejor, para crear de esta manera nuevos lectores, pues el libro barato tiene la facultad de despertar el apetito por la lectura. Los señores diputados harían bien en revisar una legislación tan altamente nociva.

EXILIO ESPAÑOL Y VIDA COTIDIANA

Un libro hermoso, intenso, pleno de información y de emoción es El exilio español y su vida cotidiana en México, de Fernando Serrano Migallón, quien ya se ha ocupado del exilio en otras obras. Esta vez ofrece una visión de lo que fue la caída de la República Española, la dura vida de los 500 mil republicanos en territorio francés y de la salida a México de muchos de ellos en medio de penalidades sin cuento. Describe el autor la recepción que se les ofreció en Veracruz, las formas de la solidaridad, la difícil integración a la vida mexicana, el choque de costumbres, de lenguaje y hasta de entonación. Varias páginas muestran cómo abogados y otros profesionistas tuvieron que desempeñarse en labores muy alejadas de su formación académica, en fin, mil cosas que acompañan el trastierro y la necesidad de sobrevivir. La lectura del libro nos confirma que, con todas sus contradicciones y problemas, la política de asilo, que se fue perdiendo durante la noche neoliberal, es y será siempre un timbre de orgullo para todo mexicano.

SIGUE LA DESTRUCCIÓN DE INMUEBLES

Nada más en la colonia Roma Norte, durante los últimos siete años, fueron destruidos 24 inmuebles catalogados como patrimonio urbano, mientras que 83 fueron alterados “significativamente”, según denuncia el proyecto ciudadano de Programa Parcial de Desarrollo entregado a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (nota de Alejandro Cruz Flores en La Jornada). En la misma zona, entre 2006 y 2015 otros 40 edificios catalogados también fueron víctimas de la piqueta, un fenómeno que igualmente afecta a las colonias Condesa, Hipódromo y Roma Sur. Por supuesto, tal destrucción no es obra de la casualidad ni de fenómenos naturales, sino de la corrupción o la indolencia de los funcionarios capitalinos y de una legislación blandengue que rara vez impide la demolición o la alteración de las construcciones. Quedan en pie mil 325 inmuebles con valor artístico, pero su futuro es incierto porque el alto precio de los terrenos los convierte en víctimas de la voracidad de los especuladores, siempre dispuestos a comprar licencias, permisos y conciencias.

BREVIARIO…

Dentro del ciclo De inmigrantes y sus historias, hoy a las 19 horas, por Zoom, Alicia Levy de Cohen, mexicana de origen damasqueño, hablará de la vida en el centro de la Ciudad de México, la escuela, pública, la vecindad, las tradiciones familiares y otros temas. Informes en el teléfono 55-5540-6343 o en contacto@lakehile.com @@@ Sebastián, el gran maestro de la escultura, sigue acumulando merecidos honores. Cuando tenía 35 años lo nombraron miembro honorario de la Academia de Artes de Holanda, luego, en México, ingresó en la Academia de Artes y ahora entra en la Academia de Bellas Artes de Florencia, institución fundada en el siglo XVIII.

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