Gobierno de Mancera: espionaje y corrupción

Foto: Cuartoscuro

Por Jorge Meléndez Preciado

            Periodistas Unidos. Ciudad de México. 28 de septiembre de 2020.- Era algo muy sabido, aunque por temor a represalias nadie lo comentaba en los pasillos del gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera: todas las llamadas telefónicas y los mensajes de computación estaban intervenid@s y había micrófonos tanto en la sede central, el Palacio de Gobierno, como en las principales oficinas.

            Lo que descubrieron anteriores regentes o jefes de gobierno del entonces Distrito Federal: aparatos que grababan conversaciones, era un juego de niños. Ahora sí, el entonces secretario general de gobierno, Héctor Serrano, por órdenes de su jefe hizo un amplio espionaje. Todo para controlar a la disidencia que ya olía el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, desde las elecciones de 2015.

            En 2018 fue la catástrofe, por eso el grupo que depredó la ciudad exigió una senaduría para Miguel Ángel y una diputación para Serrano. La impunidad los protege hasta ahora. ¿Por cierto, seguirá mandando sus banales artículos Héctor a El Universal?

            Hoy sabemos por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) que en el número 15 de Márquez Sterling, centro de la ciudad, había un sitio de espionaje donde acumulaban videos, fotos, voces y hasta relaciones de la mayoría de los funcionarios de la capital. Poniendo atención a los que se suponía apoyadores de López Obrador y a los cercanos a Claudia Sheinbaum y especialmente a ella (El País, 22 de septiembre)

            Las malas prácticas comenzaron desde 2013, un mes después del ascenso de Miguel Ángel. Se sabe que hubo mil 100 páginas de información, donde estaban incluidos 119 políticos, entre ellos su antecesor, Marcelo Ebrard pero también la señora Olga Sánchez Cordero. En los expedientes incluían las propiedades de cada investigado.

            Eran más de 30 personas, coordinadas por Gustavo Caballero, policía cibernético que estuvo en el Cisen, quien le reportaba diariamente a Héctor Serrano.

            Por cierto, ambos son accionista del periódico ContraRéplica, SA de CV, que presume ediciones en México, Puebla y otros estados.  Un socio más de ese diario es Miguel Cossío Ramos, también ex del Cisen. Es decir, que la defendida libertad de expresión puede ser subvencionada con negocios oscuros y policías emboscados.

            Los triunfos de Andrés Manuel y Claudia hicieron que en pocos días borraran 365 mil archivos de 42 computadoras. Aunque quedaron señales de que otros investigados eran Martí Batres, Bertha Luján, Pablo Moctezuma Barragán, Ricardo Monreal y Cuauhtémoc Cárdenas.

            La sucesora de Héctor Serrano (quien despidió o cambio a muchos funcionarios porque no aceptaban sus tenebrosas órdenes), la señora Patricia Mercado no sabía nada del asunto, pero tuvo que enfrentar un ambiente hostil porque muchos pensaban que continuaba con esas desviadas tareas.

            Hoy sabemos que hay cinco funcionarios, de no muy alto nivel en el gobierno mancerista, que están en prisión (La Jornada, 23 de septiembre). Y se busca a más de 20, entre los que hemos citado a Felipe Gutiérrez y Raymundo Collins, quienes tuvieron que ver con asuntos de la vivienda e hicieron fortunas entre malas construcciones, apropiación de habitaciones y desvío de fondos públicos.

            Uno de los amigos de la niñez de Mancera y multichambista en el anterior gobierno capitalino, Luis Serna, gastó 23 millones de pesos de la tarjeta a nombre de la empresa Kosmos (distribuidora de alimentos), ya que se la dieron a cambio de favores y negocios chuecos.

            Además, la mujer de Serna, María de los Ángeles Simón, se hizo en cuatro años de propiedades inmuebles por valor de casi 32 millones de pesos (El Universal, 23 de septiembre).

            El hermano de Luis, Julio César, anda prófugo, ya que se enriqueció cuando estuvo a dirigiendo (sic desviado) la famosa Central de Abastos, donde se manejan diariamente centenas de millones de pesos en efectivo.

            Corrupción, intromisión en la vida privada y desbarajuste, amén de la desaparición de más de mil millones de pesos que se debieron utilizar para la reconstrucción de la ciudad, después del sismo de hace tres años, son las obras de Miguel Ángel Mancera.

            ¿Cómo el PT afilió a Héctor Serrano y al corrupto de Mauricio Toledo? Algo que debe responder esa organización que se dice de izquierda.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

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