Impartir justicia o aplicar la ley

Por Gregorio Ortega

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 30 de abril de 2019.- Conculcar la ley equivale a negar justicia, mal administrarla, pervertirla; por el contrario, aplicar a rajatabla la ley puede convertirse, también, en el equivalente a negar justicia. Odebrecht en México y otros casos de ostensible corrupción son buen ejemplo, porque por una u otra razón todo indica que no hay pruebas o quizás las desaparecieron; pero, sin embargo, las consecuencias del notorio enriquecimiento ilícito y amoral están a la vista. La vida que presumen los corruptos y sus familias debiera ser suficiente razón civil, cívica, ética y política para hacer justicia sobre toda norma jurídica. Es cortar la mano a los ladrones.

     Los juicios a los criminales de guerra o por diversas violaciones a los derechos humanos, exigen justicia por sobre la ley, como debiera ocurrir con los que viven gracias a la destrucción del medio ambiente. Este tema es como avergonzar a políticos y jueces por igual.

     Debemos partir de un hecho verificable para hacernos con elementos que normen nuestro criterio. El sistema jurisdiccional en su totalidad es un instrumento político del poder, como sucede con toda la procuración de justicia. Los expedientes se tuercen o se pierden cuando las razones políticas así lo exigen. Obvio, esas razones se determinan por el criterio del que manda.

     El caso de la reforma educativa y su “abrogación” ejecutiva vía memorándum es un hecho que todavía debe analizarse con cuidado, porque los “maistrines”, que son minoría, claman, extorsionan y distorsionan, por regresar a un sistema que facilitó la peor de las corrupciones: nulificar al futuro a través de una mala educación. Numéricamente son más los niños que desean saber y conocer, que los integrantes de la CNTE que se niegan a enseñar, porque no quieren, o no saben.

     Lo que ocurre es que los integrantes de esa coordinadora magisterial fueron los mastines de Morena que cuidaron las casillas e indujeron el voto entre el pueblo bueno y sabio, para que tomara la decisión correcta y resultara triunfador un proyecto político inexistente, porque es unipersonal, porque carece de ideología, no se abre a la reforma del Estado ni al cambio de modelo político, porque carece de imaginación, de ideólogos, y porque Porfirio Muñoz Ledo dejó de serles útil.

     La frase del presidente constitucional de todos los mexicanos, justicia por sobre la ley, nos muestra claramente el camino elegido por la regeneración nacional. Que se joda México.

@OrtegaGregorio

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