Periodistas Unidos. Ciudad de México. 22 de febrero de 2024.- Insulto bélico, defiendes causas que no deberías, innecesarias, hay quienes lo piensan así, y así la mitad de mi vida, soy más elemental por mi apariencia que el contenido que me domina, inclusive en el onírico que me apresa…
Cuando era más joven, ya era otra, otra forma, causa o causalidad de la magia que precedo en el apogeo de la irrealidad, de la insensata contradicción de la que soy parte, defiendo lo indefendible, banderas de amor, prodigio, irrealidades de “hadas, sirenas”, de bosques y de mares, por así nombrar la resistencia de lo indefendible que no es más que el derecho de la vida.
Deprimida, incesantes letanías de lo ambiguo, en el humo zigzagueo, promesas que no volverán, nadie escucha el huracán, la sabía sacudida, terremoto del amor que se entrega, no saben, ilusos el costo de los lujos arcaicos que persisten, me duele morir hoy, hoy, un día cualquiera…
Renacer en otra depresión, intesionada, en la sabiduría del quehacer, sin freno en la subrealidad donde nos salvamos todes, mágicos bosques y mares donde galopeó las gigantes del contenido humano, adormecidas noticias, las noticias son panfleta ordinaria, en donde las noticias traspasan cualquier país incluso el de Alicia, querida Alicia, y que maravillas…
Hipocresía sería revelarme ante ustedes como la más indolora ante lo que sigue doliendo, me repliego a las movilizaciones que suenan a lo que construimos, sordos, quehaceres propagandas, auto-consumo, aturdidor, la realidad que nos rebasa y que en lugar de aplausos, requiere la actividad y la constancia de la antítesis de cualquier título…Inercia total aplaudir-nos, al mirarnos en campañas absurdas, y seguir defendiendo lo indefendible, tierra y agua, lo que no debería defenderse entendiéndose como un derecho, me pierdo en la constante y la arrogancia del no reconocimiento a todas las plegarias que la tierra expresa, al vernos sumergidos en la insensatez de siempre lo mismo, gastando y desgastando lo absurdo por creernos lo absurdo…
Sigo en la depresión, sigo en la constante, del esperar más, lo siguiente, y me salvan llamaradas desde el criterio absoluto de la unidad genuina, hey Aristóteles que en algún plano le vino bien encontrarse con Galeano, y tal vez en una cuadra con Luther King y en otra con José Mujica en un onírico encuentro, medio cantando en una peda una rola de Manu Chao y de pronto elevando criterios, asumimos en el más estúpido del gobernar la lucidez más lejana a la añoranza de la tierra que solicita más que un apoyo, la respuesta a ser … Y todos los reflectores.
Tal vez salvada, salvada, salvada, en este tributo de crisis terrenal en el que creemos que logramos algo…
Cambio climático. El tema en supremacía inmediata del quehacer político, económico, espiritual y humano, es la realidad actual, el presupuesto actual, la bandera cualquiera, para agenda así, descartada está cualquier frontera, date cuenta… Eficientizar los recursos es necesidad hasta del más… Más … Más… La sustentabilidad es el proyecto, la ilusión, la magia, el quehacer, la dirección, la sustancia , el protagonismo cualquiera, cualquiera que se dirija por ahí , a cualquiera que maneje el tema con la “capacidad “ del ser en la norma de la supervivencia, el ser necesita acrobacias para subsistir y volver a las prácticas ancestrales de la tierra, horizontal, y en una sapiensa de la necesidad coyuntural actual, desde los núcleos más entrañables y biológicos, de una causa sintiente hasta la médula.
La vida me condujo en una redirección de comprensión donde la vanidad cada día es más distante, dónde la lucha fue aceptada como un estilo de vida, aquí en dónde las prácticas se convierten en hábitos que pretenden y procuran la reciprocidad, una determinación de ser eje de cambio y transformación, integrando lo ancestral sin dejar de asumir la innovación frente al nuevo mundo.
Cuando hablo de la reciprocidad:
¡Es con la tierra!
¡Es con el agua!
A veces, me cuestiono, ¿por qué elegí quedarme aquí?, ¿qué fue lo que me llamó de este movimiento o estilo de vida que choca muchas veces con los estándares culturales programados? En esta constante despedida al saber la responsabilidad tan grande, en esta constancia de volver a la mordida fresca de la vida que esperanzada sigue a seguir siendo vida…
Yo que constantemente recaego en la podedumbre del sistema de lo fácil, de la facilidad de sustituir el hambre con cualquier cosa, aun con la consciencia, la revelación de la plena evolución de la trazabilidad que defiendo, la manzana sana que quiero para todos y todas, la manzana que lucha por acercarse a estar en la mesa de todes, irónico, irónico, la trazabilidad y la sustentabilidad aún suena a sueños guajiros pero el emblema de la soberanía alimentaria y el aire limpio me queda claro es bandera de algunos hasta conseguir el vasto flujo en el país , y si hablo del aquí ahora, hablo del futuro que promete un poquito más de la luz encomienda, tan necesaria, sana y vasta práctica, aunque de contradicciones somos. Las batallas son consolidadas con la comprensión estar viviendo una transición y un cotidiano que trabaja por la unidad y viralidad de saberes y prácticas sociales que mejoren la vida hoy con la esperanza del mañana. Mitigar el cambio climático no es un asunto fácil pero en las buenas prácticas encontramos algunos manuales para intentarlo, que al final, en la suma del despertar, aquí y allá, y desde casa, con una educación que incluya la teoría y la práctica, en lo común y en lo diverso, es de mi ilusión creer que es posible, que en las nulas probabilidades hay certezas que me hacen creer que es una cuestión ambiciosa pero necesaria en la unidad.
“Toda unidad fundada en la unanimidad es una falsa unidad que no tiene destino. La única unidad digna de fe es la unidad que existe en la diversidad y en la contradicción de sus partes. Hay una triste herencia del estalinismo y eso que llamaron socialismo real a lo largo del siglo XX que ha traicionado la esperanza de millones de personas justamente porque impuso ese criterio, el de que la unidad es la unanimidad. Se confundió así la política con la religión. Se aplicaron criterios que eran habituales en los tiempos de la Santa Inquisición, cuando toda divergencia era una herejía digna de castigo. Eso es una negación de la vida. Es una suerte de ceguera que te impide moverte porque el motor de la historia humana es la contradicción.” Eduardo Galeano
Y es que defiendo la libertad del consumo y en el mismo momento me atormenta la cantidad de veneno que adquirimos en esta. Asumir el veneno del consumo a la ligera, a la inmediatez que practicamos por un ahora que ni siquiera es nuestra, me golpea el espíritu y la existencia en su plena fragilidad, aunque en la oscuridad agotada de una rutina y forma neoliberal, no queda de otra, que contradictorio todo, la hostilidad de mi revolución personal política, incluso me meso, en el análisis de la cotidianidad que pretende romper las barreras de lo “ común y cotidiano “…
Vengo de luchas extremas, que me parecen en una tibies profunda hoy por lo teóricas que de pronto suelen ser, por el mérito de logro, esas victorias que suenan a pequeños masajes de cercanías a lo deseado, aplausos y abrazos en los que apropio decir, no debemos quedar , aunque sí reposar, pues cambiar, no es extraño, lo que es extraño es suponer que es lo más que se ha logrado y quedarnos ahí , son los resultados, y creer que las formas con las que llegamos a cambiar son las formas con las que cambiaremos, la verdad es que la incomodidad es la mejor forma de estar para una revolucionaria.
«Esta no es una causa de izquierda, centro o de derecha. Es una causa de ser o no ser. Esto hay que tenerlo claro porque si nos atomizamos, nos vamos a pulverizar. Si vamos a esperar que tengamos concordancia con el valor de la propiedad, nos vamos a integrar en el año de golero. Tenemos que ser abiertos y flexibles» José Mujica
“Si supiera que en el mundo se acaba mañana, yo, hoy, todavía plantaría un árbol.” Luther King
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