Para el Gran Jorge Martínez Almaraz: El Chale
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 06 de agosto de 2022.- Las cifras van de la participación de un millón quinientos mil ciudadanos a tres millones, en una elección interna partidista; esta última sería un récord mundial.
Morena demostró un músculo que debe haber dejado impresionados a Claudio X. González y a Latinus.
Los mayores reclamos estuvieron entre sus militantes.
Lo mismo Ricardo Monreal reuniéndose poco antes con el impresentable de Silvano Aureoles, el brazo supuestamente izquierdo de Peña Nieto, a quien éste hizo gobernador de Michoacán. El ex mandatario, por cierto, está inmerso en varios desfalcos gubernamentales.
También John Ackerman denunció mapachería, quema de urnas, relleno de casillas y demás; señaló que impugnará a fondo la elección. Citó, incluso, a una reunión de su Movimiento el 21 de agosto en el Monumento a la Revolución para acordar medidas “enérgicas”.
Lo votantes, una gran enormidad de ellos, traían en un papelito o escrito en su brazo el nombre completo de a quien apoyar, lo que nos recuerda la elección de José López Portillo contra Valentín Campa (1982), donde los simpatizantes del líder ferrocarrilero tenían que escribir correctamente el nombre del comunista para que se contará el voto.
El acarreo fue impresionante: decenas de camiones esperando a los sufragantes para llevarlos de regreso a sus lugares, algo que fue un gasto extraordinario.
Andrés Manuel López Obrador festejó la acción cívica y afirmó que “sólo 19 casillas de 553 fueron canceladas por hechos violentos” (El Universal, 1 de agosto).
Rafael Barajas: El Fisgón, dijo que únicamente en 11 casillas hubo irregularidades, aunque se necesitan castigos muy severos para evitar que se repitan esas malas prácticas.
El todavía presidente, Mario Delgado, afirmó que habrá sanciones contra los que realizaron acarreos, compra de votos y alteración de urnas, y se repondrán los procesos viciados.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto, faltaba más, ganó ampliamente en Tabasco, donde fue gobernador.
Claudia Sheinbaum, con algunos prietitos en el arroz, logró un triunfo holgado en la Ciudad de México.
Marcelo Ebrard se afilió, por fin, a Morena, y será una corcholata más lista para ser destapada.
En Puebla, Miguel Barbosa hizo un milagro, ganó de todas- todas, lo que puso a temblar a quienes desean sustituirlo: Ignacio Mier, líder de la Cámara de Diputados, y Alejandro Armenta, dirigente en el Senado, y reafirmó su amistad con Eduardo Rivera, presidente municipal del PAN en la capital poblana.
Seguramente por ello, El Machetito, número 228 (que se edita en Puebla), tituló su portada “Chapulineo, acarreo y cargada” en Morena.
En Quintana Roo, el PVEM ya no hará más simulaciones, mandó a sus huestes a votar en las casillas de Morena por sus negociantes.
Algunos buscan anular las elecciones del domingo en Guerrero, Yucatán, Hidalgo, Oaxaca, Baja California, Zacatecas y San Luis Potosí.
Es más, el dirigente estatal de Yucatán, Mario Mex, y el de Hidalgo, Armando Montaner, quieren repetir los comicios.
Para varios críticos morenistas, dicho movimiento es inmenso pero sus dirigentes no saben cómo conducirlo, no hay organización interna, la formación de cuadros está ausente, la discusión inexistente y las decisiones continúan siendo unipersonales.
¿Qué ocurrirá en el Tercer Congreso Nacional, el 17 y 18 de septiembre?
Para algunos anti Peje al máximo, este fue el ejercicio de reelección abierta y/o simulada de Andrés Manuel.
Para otros un movimiento sin paralelo, aunque también sin organización ni dirección.
La oposición, espantada y colérica.
Tiempos de mayor controversia nos esperan.