Destapados

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 23 de junio de 2022.- El trío de suspirantes al 2024, llamadas las corcholatas por AMLO, andaba haciendo campaña mesuradamente. Sobre todo yendo a apoyar  candidatos en las pasadas elecciones gubernamentales, favorables a Morena, con sus pérdidas conocidas.

También, realizando actividades dentro de sus funciones, en donde la que tenía mayores posibilidades de brillar era Claudia Sheinbaum, pues sus actos en la Ciudad de México, en pleno Zócalo capitalino: Silvio Rodríguez, reunión de miles en una práctica boxística; más  los nuevos Metrobuses eléctricos y otros, le posibilitaban, independientemente que estuvo recluida por Covid, mayor exhibición pública.

Por cierto, un grupo de ex comunistas, en whatsapp, apoya a la universitaria abierta y alegremente.

Adán Augusto, que tiene sus adherentes, en acciones como la presentación en plazas y los asuntos de seguridad nacional, tan peliagudos, asimismo tiene su corazón acelerado.

Pero el domingo en Guadalajara, Jalisco, Marcelo Ebrard, quien había realizado encuentros con políticos, empresarios y diplomáticos no muy visibles, por fin se lanzó al ruedo diciendo que ya había sido mencionado cinco veces por su jefe, Andrés Manuel, para hacer su “luchita”.

Reunió el 19 de junio a cientos, encabezados por dos que seguramente resultarán importantes en sus cálculos políticos.

Tomás Vázquez Vigil, ex secretario general del SNTE con Elba Esther Gordillo;  también éste   fue delegado de Coyoacán y Senador del PRI y ahora es diputado local morenista. Y Malú Micher, la cual  está muy bien relacionada  con organismos de mujeres, defensores de derechos humanos y sociedad civil, algunos distanciados por motivos diversos con la 4T.

Que va con todo Marcelo, lo muestra que hasta un whatsapp tiene a disposición de sus simpatizantes y los que caigan. Algo que altera las tres horas diarias  que dijo López Obrador que contaban para hacer proselitismo fuera de sus actividades como funcionarios.

Pero no todo fue sobre ruedas, ya que Ebrard se reinfectó de Covid.

En tanto, doña Claudia, reinició sus tareas mostrando su casa, guitarra y libros y no se molestó por la actividad de Marcelo, aunque en El Financiero (20 de junio) sale una encuesta que hay un empate en la Ciudad de México, si hoy fueran las elecciones, entre las coaliciones de Morena y las del Nuevo TRI (PAN, PRI, PRD).

Mario Delgado hace llamados desesperados a la unidad, ya que la actividad de cada uno de los tres va en aumento. Pero su voz no es atendida, pues el Capitán Supremo es el que dará, en definitiva,  la línea.

Ricardo Monreal,  que no está en la jugada grande, insiste en no anticiparse. Aunque logró un triunfo con la liberación de José Manuel del Río Virgen, quien estuvo 178 días en la prisión de Pacho Viejo, Veracruz, algo que le acerca más al Movimiento Ciudadano, pues Dante Delgado tiene nexos con el excarcelado.

Aunque la  promovida de Ricardo a la delegación Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, no deja de hacer locuras como repartir dinero, pintar  de un solo color puestos de comida y ahora quiere prohibir concentraciones públicas por el regreso del Covid.

Muchas acciones, abiertas o embozadas, lo que muestra la actual forma de hacer política de los morenistas: suspirantes, corcholatas o destapados, como usted guste.

Saben que van adelante y puede haber rupturas, pero también enroques como en cualquier ajedrez, más después del resultado en Colombia donde triunfó Gustavo Petro, aunque sea por tres por ciento. Y la posibilidad que Lula gane  en Brasil.

A todos inquieta que el Nuevo TRI no haga nada en serio. Ni al interior de sus filas (PRI y PAN, ya que el PRD pierde registros, ve disminuir sus filas  y ni siquiera tiene la cortesía de felicitar al nuevo ganador en Colombia), aunque: Agustín Basave (Milenio, 20 de junio), dice que hay tiempo para arreglar todo y encontrar a un candidato que haga frente a la maquinaria cuatroteista.

Paradojas de los cambios que vivimos y espantan a muchos, no obstante que  en América Latina no podamos salir del capitalismo, y haya gobiernos progresistas o de “dimensión social”, como apunta Jorge Zepeda (Milenio, 21 de junio), citando a Ya Saben Quién.

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