Días que conmueven a México

Foto: Alejandro Meléndez

Por Jorge Meléndez Preciado

               Periodistas Unidos. Ciudad de México. 04 de julio de 2018.- No fue un tsunami. Tampoco un huracán. Más bien se trató de una rebelión forjada durante largo tiempo, donde intervinieron muchos, algunos incluso  olvidados  en las celebraciones y en el discurso en el estadio Azteca, pero que aportaron a la lucha de un terco que supo levantarse más de tres veces-aunque allí quedan sus esfuerzos muy claros hace doce y seis años-,  en donde en ambas  ocasiones  el fraude, las alianzas de los partidos tradicionales y los grupos de poder (políticos y empresariales), le impidieron llegar a la cumbre.

               En tiempos recientes  vimos como los panistas Fox y Calderón dilapidaron más de cien mil millones de dólares de la riqueza petrolera en boatos absurdos y una guerra  sin sentido  contra el narcotráfico para lucir un ropaje cómico de militar y complacer a  Estados Unidos. Y como la nueva generación de priistas robaba a manos llenas, enajenaba todo- incluida el agua en una reciente acción- y se solazaba con  las masacres de Atenco a Ayotzinapa, pasando por los asesinatos a jóvenes, periodistas y defensores civiles.

               Todo ello llevó a que el más persistente aprovechara ese remolino formado por millones y lograra lo que pocos esperaban: arrasar con las anquilosadas instituciones, llamadas partidos, que a inicios del sexenio se sentaron a mostrarnos cómo terminar de fastidiar a México (el famoso Pacto) y los medios festejaran esa  una nueva depredación. En tanto el  motejado de varias formas  evitó que unos cuantos lograran su  avieso propósito: hacer que nuevamente perdiéramos hasta la esperanza.

               Y el primero de julio, no obstante que algunas encuestas ya lo habían pronosticado, fuimos descubriendo que nos encontramos en los días que están conmoviendo  a México, parafraseando a John Reed, en su libro acerca de la Revolución de Octubre, aunque la nuestra, según frase puntual de Andrés, será pacífica y   radical, algo que espanta no a las buenas conciencias sino a los ignorantes del lenguaje.

               Ahora, la gran mayoría de medios complacientes, se conmocionan porque Morena sea mayoría en el Congreso y  pueda hacer leyes en contra de los que abusaron de la reforma energética, algo que ya señaló la Comisión Nacional de Hidrocarburos puede existir;  de darle una pensión digna a los  de la tercera edad y de otorgarle becas y apoyo a los jóvenes, discapacitados, miserables. Antes jamás dijeron nada por los 800 mil millones de pesos que se erogan cada año  en fideicomisos sin que exista supervisión. O que el dos por ciento del PIB se vaya en la corrupción de pocos que viajan a Rusia- como anteriormente a otros mundiales de fut- junto con empleados de narcotraficantes.

               Impresionante elección. El PRI no ganó en ninguno de los 300 distritos, debido al cuidado  y exigencia ciudadana, en donde los capacitadores del INE hicieron su tarea; el PRD fue barrido en la Ciudad de México que había obtenido con Cuauhtémoc Cárdenas- al que visitó López Obrador antes de su cita en Los Pinos, un gesto por demás  simbólico y estimulante-; un Congreso donde habrá por primera vez casi paridad entre hombres y mujeres; diputados que ya no serán la mafia de hace tres décadas (Manlio Fabio  y Emilio Gamboa como operadores); y una ciudadanía que acompaña al vencedor pero no en plan de borregos, sino lo estimulará para ir adelante  pero también le exigirá  que  no se detenga ante los enemigos que le tienden la mano y esperan sacar el puñal  en cualquier momento.

               Triunfo que ha sido bien recibido por una inmensa mayoría, aquí y en todas partes del mundo. El viento fresco de julio, en donde hay sol ardiente y nubarrones de tormenta, pero en el cual sólo el que se la juega y exige puede salir adelante.

               Varios grupos  insisten qué haya todas las libertades: de empresa a la de expresión. Que la amnistía sea algo bien pensado y no posibilite salir a los malosos- que ellos han dejado libres muchas veces y que todavía se carcajean de la justicia como César Duarte en Estados Unidos- y que haya compromisos para no desestabilizar el país- el cual ha estado al borde del precipicio en más de una ocasión.

               Parece que no han leído o escuchado los discursos del señor López en el estadio Azteca, en un hotel capitalino y en el Zócalo recuperado para la ciudadanía luego de ser secuestrado por  las autoridades del gobierno capitalino. Tampoco han puesto atención a los artículos de Olga Sánchez Cordero (en Milenio), la  próxima secretaria de Gobernación que como ministra de la Corte se enfrentó a Peña Nieto por la represión en  Atenco y censuró a Fox por su intención de desaforar al Peje. Tampoco han entendido que  Carlos Urzúa  y  Gerardo Esquivel hicieron que Citigroup y los banqueros de Wall Street entendieran con precisión lo  qué ocurría en México y  por ello el dólar continúe bajando. Pero bueno, lo que en realidad molesta a la gran mayoría de esos críticos es la frase acuñada hace 18 años por el tabasqueño: Para que haya tranquilidad y desarrollo, primero los pobres.

               Algo que será el objetivo del presupuesto 2019: apoyo a los más necesitados, auxilio a las instituciones que están en situaciones lamentables- educativas y de salud- e inversión   para hacer de nuestro país  un jugador  mundial y no participante cautivo de otros países.

               Que la elección 2018 no fue un ejemplo de la democracia, sino la inauguración de nuevos horizontes, lo muestran los cincuenta asesinatos de candidatos, más de cien participantes liquidados  en la contienda, los homicidios recientes y, destacadamente, el fraude en Puebla, donde Morena gana diputaciones y senadurías en la entidad y su abanderado, Miguel Barbosa, pierde ante la esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Con todo, recordando a otro demócrata, Salvador Allende, se abren las nuevas alamedas y estamos  en un momento real mente crucial para México. Es hora de acompañar los nuevos esfuerzos, no bajar la guardia y exigir que los funcionarios que llegarán  cumplan a cabalidad.

La crítica, indispensable y sumamente necesaria, debe estar presente siempre, tarea esencial del periodismo.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

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