El negocio de la muerte

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 25 de noviembre de 2021.- Estados Unidos es el país militar más importante del mundo. No sólo por su cantidad de soldados existentes- los homenajes a las Fuerzas Armadas son tradicionales en el mundo deportivo, especialmente en el Futbol Americano- sino por las cerca de ochenta bases militares que tienen en el orbe, la inmensa cantidad de barcos en la mar, el número impresionante de aviones y por los agentes diseminados en todas partes.

Lo anterior lo explicó hace poco el gran especialista, Ignacio Ramonet (portal: La casa encendida), al informarnos que los tres principales asuntos que debemos resolver son: el cambio climático, que tiende agravarse; la migración y darle su lugar siempre a las mujeres, ya que el movimiento feminista continuará sin cesar (ojo, dirigentes mexicanos).

Las compañías vendedoras de armas en USA son varios miles; de ellos, seis mil 700 están cerca de la frontera mexicana Y si bien en 19 se producen grandes cantidades de dichos objetos, de Washington a Florida (cinco ciudades), tenemos en El Paso, San Diego, Nogales, Laredo y Mac Allen, sucursales (según el especialista mexicano Luis Astorga).

Se trata de un negocio que maneja anualmente 340 mil millones de dólares al año. El cual tiene como mercado no sólo su propia nación, EU, sino toda Latinoamérica y el mundo. Tanto que hasta Joe Biden quiere sacar de la lista de terroristas a las FARC, la guerrilla más vieja del continente en donde habitamos.

Incluso en la reciente elección en Chile, en su primera vuelta, este ominoso negocio del narco apareció como parte de quienes obtuvieron dinero sucio para los comicios en donde participaron varios candidatos.

Según el investigador Arnoldo Kraus, en la industria bélica se invierten en el mundo mil 900 billones de dólares; en otro asunto prioritario, el cambio climático sólo 300 millones de dólares (El Universal, 21 de noviembre).

El secretario de Relaciones Exteriores de nuestro país, Marcelo Ebrard, tuvo razón al señalar en la ONU que “500 personas pierden la vida en el mundo diariamente” por el uso de las armas y “dos mil resultan heridas”.

En América Latina, fallecen más personas por ese tipo de actividades ilícitas (venta ilícita de armas) que, en los conflictos armados, coincidiendo con lo que apuntó el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet.

En el 75 por ciento de los homicidios y los feminicidios, está involucrada un arma como medio para segar la vida o hacer negocios con la trata de personas.

El armamentismo genera, apunta Ebrard, el desplazamiento de las personas que tratan de escapar de los contextos de inseguridad (migraciones). Y en contrate, las compañías productoras y distribuidoras de armas, con prácticas irresponsables, mantienen ingresos abundantes y en ascenso.

Por ello, en el encuentro de Seguridad de la ONU, Marcelo, junto con Juan Ramón de la Fuente, nuestro embajador en el organismo internacional, reiteraron la demanda mexicana a 11 empresas y distribuidoras de fusiles. Las cuales no dejan de traficar en países que se debaten con altos niveles de violencia.

Afirmó Marcelo que es indispensable monitorear y rastrear las armas (no como en la fallida operación Rápido y Furioso, que resultó un engaño donde perdieron la vida dos agentes de Estados Unidos); que existan mayores controles fronterizos y que las empresas privadas, a quienes también corresponde hacerse responsables, tengan una autorregulación y vigilen sus cadenas de distribución a fin de evitar desvíos, así como asegurarse de que las fabricadas legalmente no lleguen a manos criminales.

La Secretaría de Relaciones Exteriores, además, busca una indemnización de 16 mil millones de dólares por el tráfico de armas ilegales a México, informó el diplomático, Alejandro Celorio.

Puso como ejemplo que el 80 por ciento de los tiroteos ilegales en las escuelas, han traído como resultado el asesinato centenares de jóvenes. Y que México es el séptimo país con armas ilícitas en el mundo.

La respuesta de los fabricantes de estos artefactos de la muerte es la burla y el desdén, pero hay que recordarle a Biden que en 10 meses en su nación han muerto 100 mil ciudadanos por la distribución de enervantes, algo realizado por hombres armados.

El problema es crucial para México y Estados Unidos, no entenderlo es ser miope o ciego.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

 

 

 

 

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