Elecciones, movimientos y simulación

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 23 de junio de 2021.- En México vamos a unas elecciones muy competidas, en las cuales, si hacemos caso a las siempre fallidas encuestas, habrá una buena cantidad de gubernaturas que se decidirán en la Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) (José Luis Camacho, dixit), lo que traerá nuevos conflictos postelectorales.

Nuestros candidatos no están a la altura del desafío que vivimos en la salud, la educación, la economía y la inseguridad.

Alguna suspirante promete viagra; otra afirmó que daría apoyo para ensanchar los senos; muchas tarjetas sin nada (sic que aplaude el INE); uno le ofrece el DIF a Laura Bozzo (Fox alborozado quiere hacer pareja de baile con la peruana) y ciertas familias invierten varios millones de pesos en sus hijos: Ricardo Gallardo en San Luis Potosí y Samuel García en Nuevo León (parte de una entrevista de Julio Astillero con Bernardo Barranco, 19 de mayo).

Por cierto, en la segunda entidad citada (NL): PRI, PRD y Morena no asistieron a un debate organizado por el diario El Norte (antecedente del impreso Reforma), ya que el periódico mencionado inicialmente siempre destacó a Samuel como puntero. Y una columna de Reforma afirmó que fue una maniobra de López Obrador el boicot (sic que invoca el satanismo).

Mientras en México jugamos a lo viejo, en Colombia hay un potente movimiento desde el 26 de abril en contra de Iván Duque- hijo político del asesino Álvaro Uribe- por una reforma fiscal que sangraba más a los contribuyentes.

El 2 de mayo, Duque la retiró y dijo que no compraría 24 aviones Lockheed con un costo de cuatro mil millones de dólares. Aunque las marchas continuaron, una importantísima el 5 de mayo, y la revuelta sigue, no obstante, el saldo trágico hasta ahora: 39 asesinados por las fuerzas armadas, mil desaparecidos, decenas de presos políticos y una rebelión grande entre jóvenes, mujeres y trabajadores (Ángelo Cardona, Pressenza).

Por su parte, en Chile, las elecciones del 15 y 16 de mayo, donde se eligieron a los representantes para elaborar una Nueva Constitución (en lugar de la que entró en vigor el 25 de octubre de 2020, sustituyendo a la de Augusto Pinochet), los partidos tradicionales y las coaliciones gubernamentales casi desaparecieron y los ciudadanos diversos y el Partido Comunista resultaron triunfadores.

En principio, la comuna de Chile será gobernada por Iraci Hassler, del PC, y Valparaíso, la segunda en importancia, quedará en manos de Rodrigo Mundaca, que encabeza el Movimiento de Defensa de la Tierra.

La derecha, donde se nucleaban los pinochetistas y los partidarios de Sebastián Piñera- el actual presidente-, únicamente obtuvieron 37 de 155 asientos. Ellos esperaban lograr 52 posiciones con el fin de tener derecho de veto. ¡No!, les dijo el pueblo.

La Democracia Cristiana logró un solo delegado y la Coalición que administró Chile con Socialistas y otras agrupaciones también fracasó.

La mayoría la obtuvo: Apruebo Dignidad y hasta los pueblos originarios, incluidos 7 para el valeroso pueblo Mapuche, resultaron mayoría. En total consiguieron: 114 de 155.

De ellos son 81 mujeres (53 por ciento) y 74 hombres (47 por ciento), aunque hubo una baja votación del 42.5 por ciento, no como la muy concurrida en el momento de derrotar a Pinochet.

Desde 1980 han reprimido los carabineros, de manera brutal, al pueblo chileno. Y debemos recordar las manifestaciones del 18 de octubre de 2019, con los estudiantes de secundaria, catalogados como Pingüinos; las protestas por el aumento del Metro, más las movilizaciones amplias femeninas y sus consignas, entre ellas Mon Laferte y el cuarteto: Las Tesis con su canción: No más un violador en tu camino; la huelga general del 12 de noviembre de aquel año y muchas otras acciones (Pablo Abuform, Jacobin, 18 de mayo).

Las consignas principales ahora son: No más neoliberalismo, defensa del territorio, entre ellas las aguas de la nación; en contra del extractivismo y un cambio económico, educativo- la enseñanza está privatizada- y social.

Para ello se debe movilizar a la población con el fin de apoyar a los ciudadanos elegidos y hacer un cambio verdadero en la patria de Pablo Neruda y Salvador Allende.

Colombia y Chile, ejemplos para México.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

 

 

 

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