Los traspiés de la justicia y la reforma que va
Por Jorge Meléndez Preciado
Por Jorge Meléndez Preciado
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 01 de julio de 2024.- La arrogancia y el desdén caracterizó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ante el actual gobierno y los resultados fueron que habrá reforma judicial a pesar de que los magistrados se sintieron intocables.
Desde que la presidenta Norma Piña asistió a un acto de conmemoración de la Constitución (5 de febrero, 2023) y se quedó sentada hasta la reunión de la señora en lo oscurito con Alejandro Moreno, el desprestigiado Alito, y la innumerable cantidad de sentencias mal hechas o retrasadas.
La arrogante señora Piña había dicho que sin justicia no hay libertad, lo cual aplaudimos, aunque en un país con 98 por ciento de impunidad eso resulta falso.
Incluso el columnista financiero, Mario Maldonado (El Universal, 28 de junio), señaló que los jueces en general eran insolentes y arrogantes.
Recientemente nos recordaba Diego Enrique Osorno (Milenio) el caso de los niños de la guardería ABC, en una entrevista seriada con Arturo Zaldívar. Donde los asesinatos de 49 infantes más decenas de inválidos, continúa impune desde 2009. ¡Saludos, Margarita Zavala y prima!
Ricardo Raphael señalaba el injusto encarcelamiento de Brenda Quevedo durante 16 años- a manos de Isabel Miranda de Wallace-, la cual está ahora en prisión domiciliaria.
También supimos, del caso de una niña de cuatro años que fue violada por su tío, y el sujeto fue exonerado por un juez arbitrario y despótico, según documentó: Sabina Berman.
Podríamos hacer un listado muy abultado, donde sobresale los juicios para no pagar impuesto de Ricardo Salinas Pliego, varios de los cuales estuvieron meses en el escritorio del togado Luis María Aguilar, quien los detuvo sin explicación.
En un país donde únicamente el dos por ciento por ciento de los casos son castigados, pues el Dios del Dinero es quien determina, no era inesperable que la sociedad estuviera por el llamado Plan C de Andrés Manuel López Obrador: hacer que cambien los impartidores de justicia, muchos por el voto popular.
Cuando citaron a las audiencias en la Cámara de Diputados, los de la SCJN trataron de crear un bloque de los 11 para oponerse a todo. Algo realmente absurdo ya que varios de ellos han sido propuestos por la actual administración.
No obstante que algunos como el ministro José Luis González Alcántara, han resultado contrarios a la Cuatro T, incluso participando en las llamadas Marchas Rosa, que exigían: al INE, la Justicia y a la Oposición no se les tocara por ningún motivo.
Pero los votos demostraron que hay una repulsa en contra de los magistrados, quienes ganan como nadie en el país y tienen bonificaciones y jubilaciones como si fueran unos servidores sin mácula.
Afortunadamente, habrá modificaciones en todos los ámbitos de la justicia, aunque será de manera escalonada y esperemos que planificada, para bien de todos.
Y para concluir señalaremos el caso de la señora Lucía Meléndez Ortiz, quien rentó su casa de Cerro Macuiltepec 346 (Alcaldía de Coyoacán), en la Ciudad de México, a Emilio Antonio Valcárcel Bello y Consultores en Negocios, quien no ha pagado la renta desde enero de 2023.
El juez Arturo González Cortés y la secretaria de Acuerdos, licenciada Rosa Rojas González determinaron el 31 de agosto de ese año que los documentos del arrendatario fueron falsificados.
El 15 de enero de este año dicen que la señora Lucía debería cobrar las rentas, pero no recuperar el inmueble y que en cuatro meses se podrá determinar el desalojo del predio.
Eso de cobrar a un hampón que ni siquiera le abre la puerta a la dueña ni a la policía, es un despropósito más de la justicia, aunque hasta el momento no hay sentencia de desalojo, mientras los usurpadores se carcajean de los jueces.
Un caso más, menos terrible de los que reseñamos al principio, aunque muestra, una vez más, la falta de seriedad y rigor de quienes deberían dar seguridad y respeto a todos, como exigen hoy las trasnacionales y los países con quienes México ha firmado tratados comerciales.
Los cambios deben ser, ya, de fondo.