Marín y Ancira se suman a otros

Foto: Cuartoscuro

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de febrero de 2021.- ¡Lo logró! Mario Marín Torres apareció en la primera plana de todos los medios impresos y fue noticia principal en radio y televisión. Ni su jefe de prensa durante su sexenio, con un gasto descomunal en propaganda y chayotes, pudo obtener tal hazaña.

Lydia Cacho, ecuánime, aunque siempre muy activa, vio que luego de la grave injustica que sufrió hace 15 años por denunciar a los pederastas, en su libro: Los demonios del edén, empieza a hacerse justicia a ella y a las muchas víctimas de la trata de niñas. Y estará atenta para que al motejado “gober precioso”, le den el castigo máximo, 20 años de prisión.

Ya está en la cárcel, Jean Succar Kuri, a quien lo sentenciaron por 112 años por abusar de infantes. Marín no pudo obtener prisión domiciliaria, supuestamente por tener un riñón lastimado y que podría ser contagiado de Covid- 19 en prisión, y ya observa tras los barrotes de Cancún que el poder es temporal y no se puede agredir a una periodista que denunció a los verdugos de niñas desprotegidas.

Faltan algunos más en este episodio: Kamel Nacif, el llamado Rey de la Mezclilla, quien daba órdenes telefónicas a Marín e incluso a Emilio Gamboa Patrón- éste siendo jefe del Senado echó abajo una ley que perjudicaba a Kamel y está en el grupo denunciado por Lydia-; el que fue gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, a quien también la periodista lo descubrió en su obra, y el subdirector de la policía de Puebla, Adolfo Karam, que fue el jefe del operativo, el cual duró 20 horas del viaje tortuoso y ruin de Lydia Cacho de Quintana Roo a Puebla.

Que Marín andaba en saraos con Enrique Doger, Blanca Alcalá, sus ex colaboradores, e incluso Peña Nieto se muestran nueve fotos en el periódico: Central, de la capital camotera (Sin Embargo, 5 de enero). Algo que habíamos señalado hace tiempo, ya que Marín sabía que el gobierno de Enrique lo protegería, y así fue.

Yo fui demandado por Mario debido a que publiqué:  su hijo tenía una residencia increíble en Suiza. Luego de una defensa muy eficaz de mi abogado, Mariano Albor, le ganamos el juicio y la contrademanda.

Ahora se sabe que, en efecto, el sujeto envió lana propia de la corrupción y apoyos de Kamel a paraísos fiscales y la nación helvética, algo muy común en los políticos que se han enriquecido y despedazado nuestro país. Lo cual se ha investigado poco y por unos cuantos periodistas.

Kamel está muy orondo en Líbano. Pareciera que será muy problemático traerlo para juzgarlo. Pero se debe continuar jalando la hebra para que no únicamente se repare la injusticia contra Lydia Cacho, sino que se meta al bote a personajes como Gamboa Patrón-ligado a empresas farmacéuticas-, el sinvergüenza y prepotente de Yunes Linares y los que falten.

Un triunfo, aunque pasó mucho tiempo, del buen periodismo. Desde luego, se debe continuar protegiendo de las mafias a Lydia Cacho, la cual dijo que a doña Olga Sánchez Cordero, le faltó valor y decisión cuando era ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para desde antes encarcelar al tal Marín (Aristegui Noticias, 4 de febrero).

Por otro lado, después de 20 meses en España, donde lo atraparon por sus negocios sucios de Agronitrogenados y otros de la industria energética, llegó a México, Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México y muy cercano a Emilio Lozoya.

Sus abogados trataron que evadiera la cárcel dando como garantías dos millones de dólares, que usara brazalete en el pie y entregara su pasaporte con el fin que no huyera del país.

Luego de una sesión donde aparentemente se puso muy delicado de salud, se le envió al reclusorio norte para que continúe su proceso, el cual será muy importante para armar este y otros expedientes.

Como en el caso de Marín, García Luna y demás pájaros que nublaron el país, Ancira tenía miedo de contagiarse de SARS-CoV 2 y decía que padecía mil enfermedades, entre las que se aprecia la obesidad por las comilonas y los licores que bebía en demasía, a costa de nuestros impuestos, más su adicción por el puro.

Nada le sirvió y ahora está en el reclusorio con personajes menos importantes, pero muchos de ellos con las ansias de robar como se pueda.

Bien por la aprehensión de Mario Marín y Alonso Ancira. Pero ya es hora que el caso de Emilio Lozoya de los resultados esperados.

Sólo de esa manera la corrupción se reducirá.

  1. Miles de ciudadanos pudimos registrarnos para recibir las vacunas contra la pandemia que nos aqueja. Ojalá todo siga mejor que al principio. México necesita levantarse en serio.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

 

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