Periodistas Unidos. Ciudad de México. 07 de noviembre de 2022.- Ya habíamos visto como el defraudador Alonso Ancira y el coahuilense, Rubén Moreira- que estuvo en prisión- huyeron a España para evitar que fueran encarcelados aquí.
Pero resultó una sorpresa que el chaparrín, Carlos Salinas de Gortari, fuera balconeado por el diario El País de que inició desde 2019 su nacionalización española, la cual le fue otorgada a finales de 2021, aunque nos enteramos de la misma el 30 de octubre de este año.
¿Miedo o acorde con la globalización que llevó a cabo para vender las principales empresas mexicanas al extranjero?
El hecho es que el supuesto escritor de ladrillos que nadie toma en cuenta, utilizó una ley de 2015, la cual posibilita que los descendientes de sefaradíes puedan lograr está doble nacionalidad.
Esto fue lo que explicó el impresentable sujeto: “De mis motivaciones personales, baste mencionar que son de origen genealógico, afectivas y de congruencia (sic de una persona falsaria, según su hermano Raúl) con una visión moderna (sic saqueador) de las interrelaciones compartidas entre naciones y nacionalidades” (negritas en el original).
En realidad, Carlos Salinas hace esta pirueta con un objeto claro: evitar que pueda ser juzgado en México por sus múltiples transas realizadas durante su sexenio donde se produjeron los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, el levantamiento del EZLN y una de las crisis económicas más graves que hemos vivido y seguimos padeciendo.
Tanto, que su sucesor, Ernesto Zedillo (conferencista en España), hizo el IPAB- Fobaproa, el cual es una deuda de más de dos billones de pesos, de la cual pagamos más de 50 mil millones anuales y a ese paso será eterna.
Y no hablemos de su valentía, ya que Carlos hizo una simulación de una huelga de hambre por un día y medio, cuando detuvieron a su hermano Raúl, aparentemente por el asesinato de Ruiz Massieu (cuñado de Carlos Salinas).
Dicha farsa se hizo en San Bernabé, Nuevo León, en la vivienda de la señora Rosa Ofelia Coronado, el 28 de febrero de 1995.
Entonces bien dijo el gran Carlos Monsiváis, el que fue Presidente mexicano, jamás hizo caso de los verdaderos huelguistas que luchaban por causas justas y nacionalistas.
Es más, en su último informe de gobierno espetó en contra de los opositores: “Ni los veo ni lo oigo”, mostrando su autoritarismo y desprecio a todos. No obstante que en su sexenio asesinaron a 600 perredistas.
Y en una llamada entre su carnal Raúl y su hermana Adriana, pudimos escuchar que Carlos no hacía nada para la liberación de su pariente. Entonces el hoy vasallo del Príncipe Felipe VI fue un mudo sin sentir culpa.
Y es que toda su familia hizo negocios mil, tanto que Raúl tenía millones de dólares en Suiza que se los regresaron en los gobiernos panistas.
Y el papá, Raúl Salinas Lozano, secretario de Industria y Comercio en la presidencia de Adolfo López Mateos (1958-1964), fue conocido por exigir el 10 por ciento de sus ganancias a todas las vendedoras de automóviles que llegaron a México. Lo cual le permitió tener una descomunal mansión cerca del Analhuacali de Diego Rivera, entre otras propiedades.
Por cierto, uno de los abogados de Charly, me relató que, si bien cuando anduvo de huidas por el robo de la partida secreta, algo que dijo Miguel de la Madrid (libro de Carmen Aristegui) y luego negó, Salinas tenía una casa en Irlanda; aunque también el régimen de Fidel Castro le permitió una residencia en El Vedado, la zona más exclusiva de La Habana, y poseía otra en Italia, a donde ocurría con frecuencia.
Así pues, Carlos Salinas ya puede hacer caravanas al Rey español, igual que Mario Vargas Llosa.
Y según se dice, otro que va por los mismos pasos es Enrique Peña Nieto. Éste no por nacionalidad sino obteniendo la Golden Visa, por medio de un proyecto empresarial de muchos millones de dólares que invertirá en ese país europeo.
Por eso ha sido visto con su pareja sentimental, Tanía Ruiz, en los mejores restaurantes de España e hizo la boda, por segunda vez, de su hija en la mal llamada Madre Patria.
¡Hampones del mundo, España los recibe con gusto ¡