La OIT, optimista, pese a…

Por Humberto Musacchio

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de diciembre de 2022.- Pedro Américo Furtado de Oliveira, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, le hizo un gran regalo navideño al gobierno mexicano. Optimista hasta la comicidad, el representante de la OIT cree que vamos hacia un momento en que “la mayoría de la población cuente con un trabajo decente” y en que la “justicia social sea sólida y duradera”, pues —dice— hay una política de recuperación salarial.

Sin embargo, Furtado de Oliveira, en entrevista con Jared Laureles, de La Jornada, tuvo buen cuidado de curarse en salud, pues advirtió que en México la estructura laboral está en proceso de cambio por las “modalidades atípicas” generadas por la epidemia de covid-19, como el trabajo a distancia y el triste hecho de que más de un millón de personas perdieron su empleo y fueron lanzadas a la informalidad, a lo que debe agregarse la llegada de los jóvenes a la edad laboral en una economía estancada que no les ofrece oportunidades y ha ocasionado, si hiciera falta, que ya sumen 12 y medio millones de personas nacidas en México que ya residen en Estados Unidos.

Desde su llegada, en agosto de 2020, el brasileño ya había advertido “la amplia informalidad del mercado laboral” y los problemas generados por la pandemia, pero, en su afán de quedar bien con todos, mencionó “el compromiso social de su Estado” (el mexicano), así como “la fortaleza de sus sectores empresariales y sindicales” y, faltaba más, “el histórico diálogo tripartita” (de gobierno, empresarios y sindicatos).

Sobra decir que, en las actuales condiciones, no se observa mucha disposición de los inversionistas; en lo referente a los trabajadores, el viejo charrismo ha perdido mucho de su poderío, pero estamos muy lejos de contar con sindicatos democráticos y eficaces. En lo que toca al gobierno, si bien es loable su gestión para elevar los salarios mínimos, en otros segmentos de la escala salarial no ha existido el mismo empeño ni se cuenta con una política de empleo, pues la Secretaría del Trabajo sigue siendo, como en el viejo régimen, mera comparsa de intereses ajenos a los obreros y empleados. De ahí que tengamos que leer con lupa los datos que aporta el Instituto Mexicano del Seguro Social, que da cuenta de un millón 453 mil empleos generados en los últimos 12 meses, para un total de 21 millones 718 mil trabajadores con empleo formal, si bien advierte que 14% de tales plazas (tres millones) son temporales. En fin, nada para echar las campanas a vuelo, pues quienes cuentan con un empleo permanente son menos de la tercera parte de la población económicamente activa, la que el Inegi fija en 60 millones.

En lo que se refiere a la creación de empleos, Tabasco —estado natal del presidente López Obrador— tuvo un crecimiento anual de 12.9 por ciento, lo que se debe a la construcción de la refinería en Dos Bocas y a otras obras federales; Quintana Roo aumentó el empleo en 9.5%, lo que es explicable porque ahí se trabaja en el Tren Maya, otro proyecto prioritario de la Federación, y Baja California Sur, con 10.5% de aumento en la ocupación, tiene el segundo lugar, algo explicable por el monto de la inversión privada en el ramo turístico.

Por contraste, Zacatecas, Morelos y Tamaulipas no tuvieron ni siquiera uno por ciento de crecimiento del empleo, lo que explica la violencia desbordada que se vive en Zacatecas y Tamaulipas y la menos visible, pero siempre constante, de Morelos.

Hay optimismo en el gobierno por los augurios de crecimiento del Producto Interno Bruto de 2022, con cálculos que van de 2 por ciento hasta 4 y medio por ciento. Ojalá, pero lo cierto es que en la primera mitad del presente sexenio la economía no creció, lo que en 2021 y 2022 es explicable por la pandemia, pero tampoco hubo mayor producción en 2019, y entonces no había covid-19.

Mientras tanto, la tasa de natalidad tiende a la baja, pero también la de mortalidad, lo que implica que la población sigue en aumento y todavía son legiones los que demandan ocupación remunerada. Hace falta una política económica menos improvisada y más generadora de empleo y de riqueza. Ante ese panorama, los aspirantes a la Presidencia de la República deberían exponer su proyecto económico. ¿Lo tendrán?

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