Periodistas Unidos. Ciudad de México. 15 de febrero de 2023.- El lunes 13 de febrero se presentó el supuesto testigo “estrella” de la Fiscalía de Estados Unidos contra Genaro García Luna. Aunque para los periodistas que han seguido los asuntos de narcotráfico, como Jesús Esquivel (Proceso) y Keegan Hamilton (Vice News), no resultó nada fuera de serie.
Se trató de Jesús Reynaldo Zambada, apodado El Rey, quien relató cómo dio cinco millones de dólares, en dos entregas, al súper policía de Felipe Calderón Hinojosa- éste hoy en Indonesia-, en el antes muy famoso restaurante Champs Élysées, que se ubicaba en la llamada Zona Rosa, y era frecuentado por políticos priistas e informadores chayoteros, entre otros.
García Luna se negó a declarar, porque sabe que en el interrogatorio de los fiscales puede caer en contradicciones o sacar nombres inconvenientes, aunque dicen que El Rey Zambada, mencionó a Pedro Aspe (La Jornada, 14 de enero), el secretario de Hacienda de Carlos Salinas, y quien ha endeudado a México al máximo con sus aparentes rescates de préstamos a gobiernos estatales.
Una cuestión sabida hace muchos años, es que la Policía de Sinaloa está bajo las órdenes del Cártel de aquella entidad.
También hay conocimiento que Facundo Rosas, Luis Cárdenas Palomino (a quien recientemente le descongelaron millones de pesos de sus cuentas bancarias por una ley que impulsó Eduardo Medina Mora cuando fue miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y antes Procurador General de la República), Ramón Pequeño y Édgar Bayardo, del equipo de Genaro, recibían sobornos de 250 mil dólares cada treinta días.
A Bayardo, por cierto, lo asesinaron en diciembre de 2009.
El enlace de Jesús Zambada y Genaro García Luna era el abogado Óscar Paredes.
De las 100 toneladas al mes de cocaína que llegaban a Estados Unidos, la cantidad aumentó mucho más desde el gobierno de Vicente Fox, cuando García Luna fue recomendado por Wilfrido Robledo y nombrado jefe de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).
Es posible que la esposa de Genaro, Leticia Cristina Pereyra, quien seguramente tiene a su nombre varias de las enormes propiedades del mafioso: de guardias privados y espionaje, suba a dar opiniones a favor del marido. Veremos.
Hasta el momento, todo se centra en el narcotráfico mexicano, que utilizaba a colombianos y otros personajes para introducir droga a Estado Unidos.
No ha habido una sola referencia al país que se dice el campeón de la libertad y la democracia.
Por lo que surgen las preguntas: ¿quiénes distribuían la droga en USA? ¿dónde están los capos de este negocio allá? ¿qué pandillas, como la Mara 19 que se formó en aquella nación después del Río Bravo, colaboraban para que millones de yanquis se intoxicaran? ¿sólo HSBC, multado por la irrisoria cifra de 25 millones de dólares por lavado de dinero, según Paul Krugman, participaron en dichas operaciones? ¿nadie de las Fuerzas Armadas yanquis, excepto Oliver North, que encabezó la operación Irán –Contras está metido en el trasiego de estupefacientes? ¿cómo parar la venta de fentanilo en USA, que mata a 100 mil estadounidenses al año si no se combate a los traficantes de los dos países implicados?
Estas interrogantes no aparecerán. E incluso puede salir libre García Luna si el jurado, como en las series televisivas de la supuesta ley y orden son conmovidos por los abogados defensores encabezados por César de Castro.
Lo de García Luna está por concluir esta semana o la otra, pero combatir al narcotráfico es cuestión de alianza entre muchos países, y sobre todo evitar que el dinero, particularmente el lavado, sea atacado a fondo, y por ahora nada sucede.
Por cierto, de 14 diarios en la Ciudad de México, nueve no publicaron en primera plana la denuncia de la UIF contra Genaro García Luna sus propiedades y riqueza, afirma Carlos Ramírez.
Un caso espectacular que no resolverá problemas de fondo. Tanto que Ismael El Mayo Zambada, tiene 40 años en estos ilícitos y nunca ha sido detenido. Si no fuera por Julio Scherer García, que se fotografió con él para entrevistarlo, ni siquiera lo conoceríamos.