Las autoridades monetarias mundiales insisten en el modelo neoliberal a favor del sector financiero y del gran capital
Por Arturo Huerta González
Por Arturo Huerta González
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 03 de febrero de 2024.- El 22 de enero 2024 Agustín Carstens gerente general del Banco de Pagos Internacionales y ex gobernador de Banxico, señaló que de “bajar la tasa de interés antes de tiempo puede ‘revivir’ la inflación”. Reiteró que “para la política monetaria no puede haber tregua en la lucha contra la inflación. La prioridad clave sigue siendo reconducir la inflación a los niveles objetivo”.
La posición de los monetaristas neoliberales es mantener la alta tasa de interés para seguir frenando la actividad económica y debilitar el mercado laboral para evitar la espiral salarios – precios y frenar la demanda para alcanzar el objetivo de reducción de la inflación. De hecho, al respecto Carstens dijo que “la senda de los próximos seis a nueve meses debería caracterizarse por una reducción continuada de la inflación; un crecimiento moderado, pero estable; un debilitamiento moderado del mercado laboral”. Quieren hacer recaer la baja inflación en el mayor desempleo.
Insistió en la consolidación fiscal, en la reducción de los déficit y en que se revitalicen las reformas estructurales. Continúan con los libros de texto de escuelas neoliberales que recomiendan las mismas políticas neoliberales que vienen predominando desde los años ochenta, de alta tasa de interés, reducción de la participación del gobierno en la economía con la austeridad fiscal y las reformas estructurales de privatización de las empresas públicas que nos han llevado al estancamiento y a acentuar las desigualdades de ingreso a nivel mundial. Dichos funcionarios monetaristas actúan a favor del sector financiero y del gran capital y no hay preocupación por impulsar el crecimiento económico ni la generación del empleo formal. Para ellos no existen las llamadas poli crisis de desaceleración de la actividad económica mundial, de problemas de pago de la deuda externa que enfrentan muchos países en desarrollo, de creciente desigualdad del ingreso y del cambio climático.
No les pasa por su mente a los tomadores de decisiones de la política económica encarar el contexto de incertidumbre económica que sus políticas generan, aunado a los conflictos bélicos presentes en Rusia-Ucrania y en el Medio Oriente y al hecho que en el 2024 están las elecciones presidenciales en EUA y en muchos otros países.
La economía mundial y nacional enfrentarán menor crecimiento en el 2024 al proseguir la política económica a favor del sector financiero, que actúa en detrimento del sector productivo, como de la generación de empleo bien remunerado.
Los países menos desarrollados seguirán enfrentando problemas de desempleo subempleo, que aumentan la emigración de su población en búsqueda de mejores oportunidades de trabajo y mejores condiciones de vida. Y por su parte los países desarrollados seguirán poniendo obstáculos a la inmigración de población a sus países y no hay interés por parte de ellos de apoyar el desarrollo de los países pobres para que generen condiciones de empleo y bienestar a su población y así frenar la migración.
Mientras no cambie la correlación de fuerzas a favor del sector productivo y de los trabajadores, la política económica seguirá actuando a favor del sector hegemónico que es el sector bancario-financiero al cual responden todos los gobiernos. De ahí la importancia del debate sobre las causas de los problemas que ocasionan la poli-crisis en todos los países para generar niveles de concientización y movilización para cambiar la política económica a favor de los objetivos de las grandes mayorías de cada nación.