Las vacunas como anillo al dedo en política y elecciones

Foto: Cuartoscuro

Por Arturo Sandoval

“Si hubiera más políticos que supieran de poesía, y más poetas que entendieran de política, el mundo sería un lugar un poco mejor”. John F. Kennedy

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 22 de febrero de 2021.- “No politizar el tema de la vacuna” “No usar las vacunas para efectos políticos-electorales” “es ruin usar las vacunas como…”  tan vacíos son estos clichés políticos, su efecto nulo, tan invalidado si se usa para denostar al gobierno en turno como que el gobierno los use para atacar a su oposición.  Es inevitable que no se utilicen para los fines mencionados; sería ingenuo y hasta estúpido no usarlos, sobre todo por un gobierno de aquí o de cualquier parte del mundo. Así es un segmento de los profesionales de la política: aprovechar, colgarse, ser el primero de aventarse con los brazos y piernas abiertas sobre fruta, colación y demás contenido de la piñata y, esto es el delicioso botín político: las vacunas.

Nadie puede negar las tácticas de gobiernos anteriores; donde, la torta de tamal, la despensa, el mandil, la gorra. En ciertos lugares mil o dos mil pesos a cada persona para comprar su voto.

Pasadas las elecciones, las promesas de  los políticos ganadores no se cumplían. El pueblo les regalaba el poder a cambio de una torta.

Pero se equivoca AMLO cuando dice que no son iguales. Lo son desde luego. Pero lo importante es lo ocurrido entre cada tiempo entre elecciones. Lo que se da a cambio de votos. Es ver cuántas promesas se cumplieron, en qué se usan los dineros de impuestos, cuánto ha disminuido la desigualdad, qué se hace con el dinero confiscado a los corruptos, cuánto ha bajado el dispendio de recursos, cuánto miles de millones de dólares se han rescatado de la ilegal condonación de impuestos a millonarios cínicos y sobre todo: en qué se usan. En esta lista si hay diferencia con los corruptos del pasado, debido al éxito de este gobierno en todos esos rubros y en otros, en favor del pueblo.

Qué iba a sacar al ejército de las calles: pues ya ven qué no. Qué iba a defender el feminismo; tampoco es así. Qué no iba a haber candidatos de reputación mala o con procesos judiciales en contra: sólo vemos “Felixes” candidatos por ahí acompañado de chapulines con maracas en otros Estados, cargos públicos y Congresos. Listos para el Carnaval electorero.

Es ocioso un balance de las cosas buenas y las cosas malas de este Gobierno para compararlo con gobiernos anteriores. Hoy, en la balanza existen hechos en ambos platos. Antes sólo había en un sólo plato y, estos, eran sólo cosas malas: corrupción, saqueo al país, cochupos, moches, chayotes, evasión de impuestos, trata; sin olvidar pasta de Conchos, Ayotzinapa, Aguas Blancas, Guardería ABC, Estafa Maestra, montajes televisivos, etcéteras mil. El cinismo, la nula  empatía con los más vulnerables, la impunidad; dejaron territorios llenos de cadáveres repletos de balas o de inanición.  Por todo esto, PRI, PAN y PRD en su alianza con sectores empresariales con pérdida de privilegios, en este momento, todos juntos tienen las elecciones muy perdidas, según todo tipo de encuestas.

Morena, AMLO, cacarean el huevo todo el tiempo; en cada mañanera, en cada discurso de Ebrard a pie de avión cargado de vacunas, en cada persona vacunada. Hechos son amores y votos. Con el sólo hecho de que López Obrador diga que las vacunas no se usarán con fines político -electoral, ya es un acto político- electoral. De igual forma cuando la oposición dice que Morena usa las vacunas con ese fin; también es un acto político-electoral; algo como: “no voten por ellos, voten por mí”

Por mencionar una de las promesas hechas en una campaña en medios, de un partido de oposición, donde promete al sector salud subirle sus sueldos al doble, se oye muy falso. Es insultar a la inteligencia del elector; éste no es ingenuo, no votará por ellos por esa hueca promesa. AMLO prometió subir sus sueldos y lo hizo, incluso el salario mínimo ya es más alto.

Otro ejemplo es el hoy derecho constitucional de la pensión a adultos mayores. Antes la recibían personas con un rango de vulnerabilidad, quienes no contaban con otro ingreso. Hoy, desde Slim, hasta la viejita que pide limosna en el Metro, la reciben. Así gente de la clase media que antes no estaba dentro del rango, ahora que perdió el negocio, el trabajo, con ese ingreso de los programas sociales, tiene un salvavidas; y si sus hijos cuentan con la ayuda a jóvenes o estudiantes, o el abuelo suma; esto ya no es tan angustiante. Difícil negar estas acciones como político -electoreras por ser indivisibles, lleven o no esa intención.

Todo lo que se haga o deje de hacer; todo lo que se diga o se calle, tendrá connotaciones políticas y, en tiempo de elecciones: político-electorales.

Así, cuando uno va al mercado, al súper, a cualquier comercio; es muy importante el trato bueno de los empleados y la calidad de los productos para darle nuestra lealtad a ese negocio.

Por eso el asunto “clientelar” en cada elección es fundamental para ganarlas. Estos clientes, ya dijimos cómo se obtuvieron en el pasado: frijol con gorgojo y migajas. Los “clientes” ahora se obtienen de otra manera. Sí, sí siguen siendo iguales en usar recursos para conseguir votos, sólo que ahora los votos se obtienen con cumplimientos de promesas, con mayor y real combate contra la corrupción, con la enorme recaudación de impuestos de los que los evadían, con la recuperación de dinero y propiedades de la delincuencia organizada, son formas de financiar programas sociales y hasta vacunas.

Claro, la vacuna es un derecho, no nos hace ningún favor el gobierno al dárnoslas, pero  de cualquier forma se agradece que no siguieran la costumbre de los sexenios pasados donde en una situación similar, los primeros en vacunarse serían los políticos en el poder, los directores de hospitales, los más ricos sin importar los trabajadores y trabajadoras de salud ni los ancianos y ancianas; desde luego, entre más pobres menos posibilidades de conseguir una vacuna. Sergio Aguayo hubiera sido de los privilegiados en recibirla sin hacer fila. “Quienes me defendieron, y yo comparto esa tesis, parten de la idea que uno puede reconocer pero no tiene por qué agradecer, porque el gobierno tiene la obligación de garantizar la salud pública”. Dijo el doctor Aguayo. El gobierno tiene esa obligación, sólo que antes no la cumplían, debió completar su frase.

“Ser agradeció es ser bien nacido” 

METÁFORA

Para entender mejor, esto nos dice uno de los más ricos del mundo: 

Créanme, ¡EL CLIENTE NUNCA VOLVERÁ!

Años atrás, Sam Walton, fundador de Wal-Mart, abrió un programa de capacitación para sus empleados y les dijo:

′′ Yo soy el hombre que va a un restaurante, se sienta en la mesa y espera pacientemente, mientras el mesero lo hace todo, menos anotar mi pedido.

Soy el hombre que va a una tienda y espera callado mientras los vendedores terminan sus conversaciones privadas.

Soy el hombre que explica su desesperada urgencia por una pieza, pero no reclama que la recibe solamente después de tres semanas de espera.

Soy el hombre que, cuando entra en un establecimiento comercial, parece estar pidiendo un favor, suplicando una sonrisa o esperando ser notado.

Debes estar pensando que soy una persona quieta, paciente, del tipo que nunca crea problemas… Te equivocas.

¿Sabes quién soy? ¡Soy el cliente que nunca volverá!

Me divierto viendo millones gastados cada año en anuncios de toda orden, para llevarme de nuevo a tu empresa. Siendo que cuando fui allí por primera vez, todo lo que debieron haber hecho era sólo una pequeña bondad, simple y barata: tratarme con un poco más de cortesía.

Sólo hay un jefe: el CLIENTE. Y él puede despedir a todas las personas de la empresa, del presidente al conserje, simplemente llevando su dinero para gastar en otro lugar.»

NOTA: querido lector, sólo sustituya las palabras: Anuncios por Campañas; Empresa por Partido; Cliente por Elector; Dinero por Voto y lleve su preferencia al candidato que le garantice tratarlo mejor.

 

 

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