Periodistas Unidos. Ciudad de México. 30 de octubre de 2021.- Ya sabíamos por los famosos Papeles de Pandora que en Dakota del Sur y Nevada, Estados Unidos, había enormes fortunas que gozaban de privilegios para evadir impuestos y lavar dinero por montones. Pero lo que no alcanzábamos a vislumbrar es que el Gran Imperio capitalista, nuestro vecino del norte, estuviera en el primer lugar entre los que realizan esas dos acciones que debilitan la economía mundial.
Estamos, pues, ante el lavado y planchado de dinero que se realiza en el país que supuestamente defiende la democracia y en realidad hace que la pobreza crezca mayúsculamente, al no impedir que los ricos paguen los impuestos que se necesitan para reactivar la economía.
Antes teníamos ejemplos diversos. Entre ellos, el señalado a Donald Trump de hacer trampas para que no le cobren lo que genera de utilidades. Algo que ha quedado en el limbo, en un país que castiga férreamente a quien, aparentemente, incumple sus leyes.
También hemos leído que Warren Buffet, uno de los hombres más ricos en yanquilandia ha dicho pagar menos impuestos que su secretaria, lo cual no sólo es paradójico sino criminal. Pero ni porque el multimillonario lo ha expresado hay cambios al respecto-
Aunque recientemente, según el índice Secreto Financiero (Reforma, 25 de octubre), nos enteramos que las principales naciones que realizan operaciones ocultas de dinero en el mundo son las siguientes: Islas Caimán, Estados Unidos, Suiza, Hong Kong y Singapur.
En dicha lista México se encuentra en el lugar 80, arriba de Bolivia, Colombia, Uruguay y Chile. Un sitio nada deseable en el concierto latinoamericano.
El estudio se llama: El Estado de Justicia Fiscal Federal y fue realizado por la Red de la Justicia Federal.
En el mismo se muestra las leyes y políticas de países que facilitan o no impiden ocultar las finanzas privadas, más bien posibilitan que ello ocurra.
Eso nos recuerda que el banco HSBC, en Estados Unidos, había sido multado con mil 900 millones de dólares en 2012, por lavar dinero. Cantidad que fue como quitarle un pelo a un gato, según el premio Nobel de Economía, Paul Krugman.
En México, absurdamente, por el mismo hecho únicamente le hicieron pagar 379 millones de pesos a dicho consorcio bancario. ¡Ridículo!
En el análisis citado, se lee: “El secreto financiero no sólo permite que las personas blanqueen dinero y eludan sus responsabilidades fiscales, sino que mantiene los cárteles de la droga financiables. La trata de personas rentable (sic) y la financiación del terrorismo viable”.
Así pues, es contradictorio que Estados Unidos con Ley Patriótica o sin ella, quiera acabar con los grupos terroristas si en sus propias entrañas da cabida a que los grupos criminales tengan mayores utilidades, como lo vimos hace años en la película Caracortada de Brian de Palma (1983).
Una de las formas que utilizan esos grupos de mafiosos, es llevar a cabo Sociedades de Acción Simplificada (SAS), creando a figuras sin acudir a notarios y mover grandes cantidades de dinero.
Ello da pie a fundar una empresa de un día para otro y esconder dinero, utilizando: amigos, familiares, vecinos y hasta individuos de paja. Y si los descubren, las sanciones no son tan graves o se pierde su rastro. Algo que se presenta en la cinta: La Lavandería (2019), de Steven Sorderbergh, hoy en Netflix. Obra basada en un hecho real
Recientemente en México tenemos dos casos.
El ex presidente Enrique Peña Nieto viaja con su novia, la modelo Tania Ruiz, por muchos lugares, entre ellos Roma (en el hotel La Ville, cuya suite principal tiene un costo por noche de 800 mil pesos), Nueva York y la República Dominicana sin haber rendido cuentas de su fortuna, mal habida desde luego.
Y Sandra Cuevas, alcalde de Cuauhtémoc en la Ciudad de México, utiliza camionetas blindadas, a las cuales les altera hasta los números de placa; sus bolsas y vestidos son de colección y sus joyas relumbrantes, aunque llegó supuestamente con la política de cambiar el rumbo que había tomado esa antigua delegación cuando estuvo en manos de Morena.
Tania, por cierto, escribió luego del incidente en Roma, donde le gritaron “ratero” a Peña Nieto, “Deja de juzgarme, saber mi nombre no implica conocerme”.
Pero por sus hechos los conoceréis, dice un refrán muy conocido por todos.
En síntesis, mientras no haya una distribución mejor de la riqueza, mediante el pago de impuestos progresivos, el orbe será más injusto. Tanto que la ONU ha dicho: con el dos por ciento de las fortunas de Elon Musk y Jeff Bezos, se resolvería el hambre en el mundo (Sin Embargo, 27 de octubre).
@jamelendez44