Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de junio de 2022.- Tarde, muy tarde, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hace un leve exhorto para que la venta de armas, como si fueran dulces, sean limitadas con medidas tímidas.
Dice el jefe del único Imperio en la actualidad: Es hora de prohibir la venta de los rifles de asalto AR 15 y AK 47 o aumentar cuando menos la edad para adquirirlos, elevándola de 18 a 21 años.
Y se lamenta: “Por Dios, cuanta más carnicería vamos a aceptar”.
Ello después que ocurrió la tragedia en Uvalde, Texas (24 de mayo de 2022), en la cual Salvador Ramos, asesino a 19 niños que estaban en cuarto año de primaria y dos maestras, cuyo marido de una de las profesoras, Joe García, falleció de un infarto cardiaco al conocer la noticia de la pérdida de su compañera.
Y poco antes (16 de mayo), en Búfalo, Nueva York, otro jovenazo de 18, años mató a 10 afroamericanos por motivos de odio y racismo.
Pero este año han ocurrido una veintena de casos, no tan relevantes, pero trágicos, debido a que la portación de armas es de uso común y hasta signo de la valentía que enseñan todos los medios de difusión en gringolandia.
En la venta de dispositivos electrónicos para niños, la casi totalidad de los juegos son de violencia y aniquilación, y la mayoría de los supuestos triunfadores son figuras blancas contra otras de diversos colores.
La supremacía blanca que pregona Donald Trump, pues, es difundida a todas horas para insistir que ellos son los mandamases en el orbe y pueden imponerse a sangre y fuego.
Y si bien tenemos programas televisivos y películas por montones que pregonan la famosa “ley y orden”, el asunto no es tan sencillo, ya que para aniquilar a Ramos en Uvalde, no obstante la gran movilización de uniformados y patrullas, tardaron más de sesenta minutos en hacer el operativo sangriento.
Así pues, la salvaguarda de los ciudadanos en EU es súper deficiente. Tanto que incluso en algunos productos fílmicos se exalta a grandes asesinos seriales, los cuales a fin de cuentas resultan héroes para algunas damas, seguramente mal del cerebro.
Es conveniente recordar el gran documental de Michael Moore: Masacre en Columbine (2002), en el cual ya se vislumbraba lo que ocurría y continúa siendo el sello de una nación que se cree la que puede decidir y ocupar países supuestamente para imponer la democracia y la tranquilidad, aunque los recientes ejemplos en Irak y Afganistán, con sus grandes derrotas, los han dejado en ridículo.
Recuerda correctamente Biden que la prohibición de la venta indiscriminada de rifles de asalto que se logró de 1994 a 2004, posibilitó que los tiroteos descendieran.
Pero al llegar la ola republicana, nuevamente se permitió la compra sin mayores problemas de estos artefactos mortales. E incluso por los días donde ocurrieron las mencionadas tragedias, se difundió la imagen de un bebe de meses y encima del mismo un AR 15. ¡El horror en toda su expresión!
Si bien los demócratas tiene mayoría en el Senado por el voto de la vicepresidenta, Kamala Harris, necesitan cuando menos 10 republicanos que apoyen la propuesta de Biden para hacer una nueva ley.
Será casi imposible que lo logren, ya que muchos de ellos iban a reunirse en la Convención Nacional del Rifle, y declinaron por los tremendos asesinatos. Pero si estuvo Donald Trump quien dijo: las armas son como el alma estadounidense.
El asunto, empero, es más de fondo. Mientras se insista que millones pueden andar armados para su protección, se deduce que otro tanto posee un arma para atacar por motivos desde psicológicos hasta de valentía. ¡El absurdo llevado al límite!
Joe Biden defiende que las armas se produzcan para la guerra, lo cual apoya en el fondo una de las industrias que producen más dinero, es cierto, pero lleva a la aniquilación de muchos seres humanos en el mundo.
Lo que en el fondo se defiende no es la libertad, en Estados Unidos, sino el libertinaje para que todos seamos unos criminales en potencia.
Tanto que hay 390 millones de armas en un país con 322 millones de habitantes, incluyendo niños y adolescentes.
En los recientes seis meses, han ocurrido en USA, 247 tiroteos.
Y en los últimos 10 días han asesinado a 44 personas (David Brooks, La Jornada, 6 de junio).
¡Estados Unidos, el gran país de la libertad de asesinar!