López Obrador puede ser asesinado
Foto: Nacho Ruiz / Cuartoscuro
Por José Sobrevilla
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 07 de agosto de 2018.- Las pasadas elecciones han sido históricamente las más violentas del país con 774 agresiones hasta el 1º de julio 2018; 152 de ellas fueron asesinatos de políticos y 48 de precandidatos y candidatos, según el 7º informe de violencia política de Etellekt, intelecto en griego, empresa consultora que desde 2009 registra la violencia política en México y dirige Rubén Salazar Vázquez. Es la tasa más grande porque en 2012 fueron asesinados sólo nueve políticos.
Una de las principales preocupaciones del especialista es la integridad del candidato ganador Andrés Manuel López Obrador porque, con toda esta violencia y sin colocarse antes la banda presidencial, anunció ya la desaparición del Estado Mayor Presidencial, EPM y del CISEN, baja de sueldos a funcionarios y aumento de jornada laboral, eliminación de 100 plazas del Senado y otras que, al no tener la protección de un organismo como el Estado Mayor, lo hacen vulnerable a cualquier atentado.
Entrevistado en el programa La Agenda del Emprendedor de Raúl Fraga, Salazar Vázquez afirmó que 24 horas antes, incluso el día de la elección, hubo por lo menos ocho militantes asesinados en Estado de México y Michoacán, donde “observamos la participación probable de la delincuencia organizada porque, de los 152 asesinatos 65% los ejecutaron comandos armados; y de las 774 agresiones globales, 75% se dirigieron contra opositores de los 32 estados, de acuerdo con los partidos que los gobiernan”.
Al principio del pasado proceso se estuvieron asesinando más alcaldes, ex alcaldes y precandidatos; al avanzar, el objetivo se enfocó a candidatos ya registrados, militantes, activistas y quienes hacían la operación política. Dato curioso es que el PRI fue el partido más agredido, ya que de las 774 agresiones, 200 fueron contra militantes de ese partido y 194 contra Morena.
La región con la mitad de los 152 asesinatos fue el Pacífico (Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Jalisco); debido a la fuerte presión de la delincuencia organizada, la internación y trasiego de diversos estupefacientes como amapola, cocaína, drogas sintéticas o precursores para ellas que se realiza en esos lugares.
El estado con mayor número de agresiones fue Puebla. De las 774 registradas, ahí ocurrieron 125; sólo el día de las elecciones hubo 28 agresiones; lo que quiere decir que hay problemas de corrupción en varias localidades, dijo el experto. “La segunda zona de violencia contra partidos políticos fue el Centro, Puebla y Guanajuato; Veracruz y el Estado de México por grupos dedicados al robo de combustible, quienes han ejercido la mayor presión en contra de los candidatos”.
El informe de agosto registrará que después de la elección, fueron asesinados un alcalde y un regidor electos; y han sido amenazados y secuestrados varios alcaldes elegidos. “Esto en municipios que nosotros ya habíamos marcado como de alto riesgo, reveló Rubén Salazar Vázquez.
El antecedente inmediato de violencia política que tenemos fue 1929 cuando fue asesinado el presidente electo Álvaro Obregón, y viene a colación porque Andrés Manuel López Obrador ha decidido no hacer uso del EMP, ofreciendo regresarlo al Ejército. “Cuando asesinan a Obregón, la violencia política la ejercía el estado contra sus opositores; hoy la ejercen diversas partes del estado: alcaldes, grupos de la delincuencia organizada que tienen control de autoridades o instituciones; esto se ha diseminado por las transformaciones políticas que ha tenido México y las alternancias.
Etellekt, quien vende sus servicios a universidades, Agencias de Seguridad, Estados, Embajadas, Cámaras Empresariales, Empresarios y Periodistas, se pregunta ¿Sabe el equipo de AMLO el origen de los actuales grupos de la delincuencia organizada, zetas por ejemplo? ¿Qué ocurrirá si el EMP deja sin trabajo a varios integrantes? ¿A dónde van a ir a parar si les recortan los sueldos?; porque no vemos un fortalecimiento de las policías