Periodistas Unidos. Ciudad de México. 28 de septiembre de 2021.- La persecución contra 31 personas ligadas al mundo de la investigación científica despide un intenso tufo a estalinismo, lo que ha levantado una amplia protesta. La Fiscalía federal las acusa de lavado de dinero y delincuencia organizada, más lo que se acumule esta semana. Por fortuna, hubo un valiente juez que rechazó emitir órdenes de aprehensión, pero la autoridad insiste en perseguir a los imputados. Tras de las acusaciones están las discrepancias mantenidas con la actual directora del Conacyt y el ingreso del fiscal general de la República al Sistema Nacional de Investigadores, donde resulta urgente un replanteamiento de funciones y condiciones, pero ése es otro asunto. Por ahora, las autoridades judiciales están obligadas a presentar sus acusaciones con toda precisión, con pruebas fehacientes, sin generalizaciones que ofendan y sin ocultar los expedientes a los imputados, miembros de un gremio indispensable para el progreso del país.
LA FILOSOFÍA DE FRAUSTO
En una de sus pocas salidas a escena, Alejandra Frausto, quien cobra como secretaria de Cultura, a propósito de su programa insignia llamado Semilleros creativos, espetó a sus escuchas: “Se está construyendo el ser. Durante muchos años se nos dijo que lo más importante era tener, tener lo material, y el ser, construir a la persona en comunidad viendo al otro quedó de lado: somos (¿Quiénes?) un pequeño grupo de un enorme movimiento que está sucediendo en el país, transmitiendo los mensajes que se están transmitiendo” (sic). En otra parte de su cátedra vino el cebollazo: “la revolución cultural está sucediendo, esta revolución es la que acompaña la transformación profunda que estamos viviendo, a la cabeza está el presidente López Obrador recordándonos cada día que la cultura siempre nos ha salvado”. ¡Órale!
ADIÓS A ORLANDO ORTIZ
Era 1969, después de la matanza tlatelolca, había una rabia contenida, pero también la seguridad de pertenecer a una generación que debía cambiar al país, al mundo incluso. Por eso, en el ámbito de las letras y sus alrededores, celebramos la aparición de escritores como José Agustín, Gustavo Sainz, Elsa Cross, Juan Tovar, René Avilés Fabila, Gerardo de la Torre, Parménides García Saldaña y, entre varios más, Orlando Ortiz, autor de la novela En caso de duda, editada en 1968 por Emmanuel Carballo, libro al que siguió Sin mirar a los lados (1969). Esos dos títulos convirtieron a Orlando en uno de los abanderados de nuestra hornada (nació en Tampico en 1945), pero no departíamos con él, porque sencillamente era ajeno a la disipación (o eso creímos siempre). Aún así, lo sabíamos nuestro y admirábamos su talento. Lo extrañaremos.
BREVIARIO…
Mañana martes, a las 9 de la madrugada, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, develará en el Paseo de la Reforma las estatuas de Sor Juana Inés de la Cruz, Margarita Maza, Gertrudis Bocanegra y Josefa Ortiz. En buena hora quitaron a las tres últimas el apellido de sus respectivos esposos. @@@ Del viernes 8 al domingo 17 de octubre, de 10 a 20 horas, se celebrará la Feria Internacional del Libro del Zócalo. Por supuesto habrá que ir enmascarados y tomar las precauciones del caso. @@@ Se inauguró en el Museo Carrillo Gil una exposición retrospectiva dedicada a las múltiples facetas como creador de Juan José Gurrola, “el único genio del teatro mexicano”, dijo el también genial Ludwik Margules. @@@ Fueron aprehendidos Patricio y José (así, sin apellidos) después de que lanzaron pintura blanca sobre las esculturas de Fidel Castro y el Che Guevara que se hallan en el jardín de la colonia Tabacalera de la Ciudad de México. Horas después, la apoderada legal de la alcaldía Cuauhtémoc “les otorgó el perdón”, y quedaron en libertad. Una peligrosa invitación al vandalismo.