Los desafíos que vendrán exigirán replantear la política económica

Por Arturo Huerta González

Por Arturo Huerta González

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 05 de diciembre de 2024.- El gobierno mexicano, ante la política que instrumentará Donald Trump contra México, tanto las deportaciones de ilegales, como los aranceles a las exportaciones que el país realiza a su país, debería modificar radicalmente la política económica para hacer frente a las consecuencias que se presentarán. Se requiere de una política de empleo, no solo para los que regresen, sino para el desempleo y subempleo que enfrenta el país.

El problema es que la economía no cuenta con la capacidad financiera para tener política de empleo e impulsar la inversión productiva. Con la baja participación que la inversión tiene en el PIB, que en el 2023 fue de 22%, junto al hecho que se realizarán fuertes recortes presupuestales para reducir el déficit fiscal del 5.9% % del PIB en el 2024 a 3.9% para el 2025, no se contará con recursos para contrarrestar la caída de exportaciones, de inversión extranjera y de remesas, como para hacer frente al regreso de connacionales. A la menor entrada de divisas se suma el hecho que el turismo se verá comprometido al seguir la delincuencia ante la falta de generación de empleo bien remunerado, como por la ineficacia mostrada por las fuerzas del orden para contenerla en muchos estados de la República Mexicana.

Los recortes presupuestales, aunado a las altas tasas de interés y al libre comercio con cero aranceles a la gran mayoría de los productos, no hay viabilidad de que aumente la inversión productiva en el país para impulsar el auto abasto y reducir el déficit externo que ocasionará la caída de exportaciones, de inversión extranjera y de remesas.

Se debe dejar de lado la política neoliberal para retomar el manejo soberano de la política económica para instrumentar una política industrial y agrícola para sustituir importaciones para evitar que la caída de exportaciones contraiga la producción nacional, e incremente el déficit de comercio exterior y frene la actividad económica.

Se debe incrementar el gasto público y bajar la tasa de interés para impulsar el mercado interno, la generación de empleo y la producción nacional. Hay que recordar que, en el 2020 como consecuencia de la crisis de pandemia, muchos países incrementaron su gasto deficitario para apoyar trabajadores y empresas para evitar quiebras generalizadas y aumento de desempleo. Los gobiernos simplemente gastaron y los bancos centrales les proporcionaron el financiamiento para ello. Ello aconteció en EUA, en el Reino Unido, en los países de la zona euro y en China, entre otros. En México no se respondió de esa forma y la actividad económica cayó en 8.5%. La secretaría de Hacienda y Banxico en el 2025 deben flexibilizar sus políticas para hacer frente a los problemas que se presentarán como consecuencia de las políticas que EUA instrumente contra el país, a fin de evitar fuerte contracción de la actividad económica y alto desempleo.

Tales políticas son necesarias, más no suficientes. Se requiere revisar la apertura comercial, tal como EUA lo está haciendo, así como la libre movilidad de capitales para poder bajar la tasa de interés e incrementar el gasto e inversión pública, y evitar prácticas especulativas que siempre acontecen en contextos de incertidumbre y vulnerabilidad, que el propio FMI lo recomienda en sus artículos.

De no instrumentar tales medidas, no se podrá hacer frente a los mayores problemas que tendremos, ni se podrá retomar el crecimiento. No se puede continuar con las políticas predominantes que son las causantes de los problemas que enfrentamos, y que impiden enfrentar lo que se avecina una vez que Donald Trump asuma la presidencia de su país.

El problema de esto es que predomina el enfoque y la ideología neoliberal, no solo en los tomadores de decisiones, sino en gran parte de la sociedad. La política económica debe responder a los objetivos y demandas nacionales y no seguir actuando como lo dictan las calificadoras internacionales a favor del sector financiero.

Se tiene que poner en el centro la generación de empleo, como el desarrollo industrial y avanzar en el auto abasto de granos básicos, de gasolinas, de petroquímica, de gas y demás insumos y productos estratégicos fundamentales para un desarrollo menos dependiente de importaciones, que se dificultará su financiamiento al caer las exportaciones, la entrada de remesas y de inversión extranjera.

No se puede seguir apostando al T-MEC y al crecimiento de exportaciones dado el contexto de desaceleración de la economía mundial y menos con la instrumentación de aranceles a las exportaciones que EUA instrumentará contra el país. Ello evidencia el finiquito de la estrategia de crecimiento hacia fuera, así como de las políticas neoliberales que le acompañan, que solo han favorecido a las empresas transnacionales ubicadas en el país y al gran capital y no al crecimiento de la economía nacional, ni a las grandes mayorías del país.

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