Periodistas Unidos. Ciudad de México. 17 de noviembre de 2022.- Fuera de la guerra de cifras que es intrascendente y simple propaganda: 12 mil (sic) dijo el secretario de gobierno de la CdMX, Martín Batres, y Guillermo Valdés 640 mil (resic), ligado a la consultora y GEA- ISA, más jefe del Cisen con Felipe Calderón. Los significados de la movilización son los importantes.
López Obrador, viejo zorro, la situó en 60 mil, cifra cercana a la que me informaron varios compañeros asistentes al Monumento a la Revolución.
Lo importante, es que marcharon una buena cantidad de jóvenes, e incluso familias, seguramente desencantadas por varias medidas que se han llevado a cabo en la Transformación que esperaban.
Entre los muchachos, la incertidumbre ante un futuro que no pinta nada bien aquí y en el mundo, ya que la informalidad es su porvenir. Simplemente hay que ver calles y banquetas llenas de ciclistas y chavos en motos como repartidores, más el aumento de establecimientos donde las chavas hacen de todo.
Recientemente se recortaron a 211 Universidades más de mil 789 millones de pesos en becas, algo que es un golpe tremendo, sin que la SEP dijera nada.
En el caso de las familias, excelente que el apoyo a los adultos mayores sea mayor cada año, pero en otras circunstancias se han reducido o desaparecido programas como las estancias infantiles, escuelas de tiempo completo y el apoyo a los refugios de mujeres, donde en efecto había transas mil, pero no tenía que hacerse con machete sino con bisturí.
Hay una clase joven media enojada, a la cual no se le entendió a pesar del voto en contra de Morena en la Ciudad de México en las elecciones pasadas. ¡Cuidado, no hay que estirar más la liga en lugar de andar de gira¡
La mayoría de los asistentes no sabían con certeza por qué la reforma contra un INE, el cual es una grosería en términos de gasto para esos que viven al día y en la incertidumbre. Sus excesos pueden encontrarse en los artículos de Eduardo Huchim (El Heraldo, 13 de noviembre) y la entrevista a Bernardo Barranco (Voces Libres, 14 de noviembre).
Frente al boato, muchos salieron para reclamar una sociedad más justa y no defender un INE que incluso en anuncios se nos presenta como la solución a todo y no los acuerdos siempre perversos entre grillos.
Con todo, Morena debe reaccionar y evitar al máximo el pleito entre ellos. Hasta Gribrán Ramírez y Héctor Vasconcelos están irritados, no obstante que al principio elogiaron. Germán Martínez mostró su talante: apoyo a los intereses de los ricos (evocación del Fobaproa).
Claudio X. González, el patrocinador, ni siquiera llegó a escuchar a José Woldenberg. Únicamente se tomó fotos con muchos y cuando alguien le pidió dinero, arrogantemente lo rechazó, y le aconsejaron que lo ayudara: ¡la foto cuenta!: (video de Álvaro Delgado en Sin Embargo, 13 de noviembre).
Fox dijo que ya está listo para el 2024 a la presidencia (resic); Elba Esther, mejor presumió a su nuevo esposo; Alito, muy hábil, ahora se congratuló con algunos de sus malquerientes en el PRI y subirá sus peticiones. Creel habló de ciudadanos, luego de manejar políticos a trasmano. En fin, cada quién para sus intereses, y no una defensa de instituciones.
Los medios difundieron las versiones de la oposición, como era lógico. Pero los informativos de la 4T están en penurias, según afirma Rogelio Hernández acerca de Radio Educación en Eje Central (14 de noviembre).
Ojo: Jesús Ramírez Cuevas y Jenaro Villamil, ahora que la guerra mediática se intensificará.
El 13 de noviembre debe ser un punto de reflexión y rectificación para el cambio necesario en un país donde más del 60 por ciento son pobres, según Julio Bolvitnik.
El significado es obvio: los medios de desinformación han conseguido generar mucho odio contra AMLO y los estúpidos que marcharon a favor de los privilegios de Lorenzo «el odiador de pueblos originarios» Córdova ni siquiera saben que lo hicieron por eso y, con una sonrisa estulta, marcharon de la mano de ahijado Ugalde (quien contrató al cuñado de CaldeRón para que contara los votos de este), de Fox, de Madrazo, de Gordillo y del único orador, Valemberg, hermano de Enrique, preferido encuestador de Peña Nieto, claro, con cargo al erario.