Periodistas Unidos. Ciudad de México. 23 de junio de 2023.- Martí Batres Guadarrama recibió el nombramiento de jefe de Gobierno sustituto de la Ciudad de México, lo que resulta explicable porque la urbe necesita un político probadamente honesto, con experiencia y probada capacidad, pues son grandes y muy complicados lo retos que recibe en herencia y los que se vienen, ya que todo fin de sexenio es, en gran medida, un ajuste de cuentas con quienes se van.
Martí ha sido líder estudiantil en la Preparatoria 7, destacado activista en el movimiento del CEU en 1986-87, fundador de la Unión de Vecinos de la Colonia Doctores; cofundador, en 1989, del PRD, partido en el que fue consejero nacional e integrante del Comité Ejecutivo Estatal del DF; miembro de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y líder de ese órgano, así como integrante y líder de la mayoría en la Cámara de Diputados; subsecretario de Gobierno cuando AMLO fue jefe de Gobierno, secretario de Desarrollo Social con Marcelo Ebrard, primer presidente de Morena, hoy senador de la República con licencia y, desde julio de 2021, secretario de Gobierno de la Ciudad de México.
Como es obvio, Batres tiene credenciales suficientes para el cargo que ahora ocupa y para otros más, pero en política, como bien se sabe, no basta con la capacidad probada, sino que han de enfrentarse a muchos otros factores, habituales unos, imprevisibles otros, producto de las circunstancias la mayoría y, no pocos, fabricados por los infaltables adversarios de todo personaje público.
Para empezar, Batres Guadarrama —abogado, maestro en trabajo social y doctorante en estudios latinoamericanos— tendrá que hacerse de un equipo propio, lo que augura conflicto, pues Sheinbaum anunció que “se mantienen todos los secretarios y secretarias del gobierno de la ciudad”, en especial Luz Elena González, que se mantendrá como secretaria de Administración y Finanzas y “estará a cargo de todas las tareas técnicas del gobierno”, y Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, quien “estará coordinando todos los trabajos de seguridad ciudadana y el Gabinete de Seguridad y Justicia”.
La jefa de Gobierno saliente presentó lo anterior como un acuerdo con su sucesor, pero, jurídicamente, tal acuerdo, si existió, carece de validez. Por lo anterior —o más bien por eso—, Martí, tres días después de ser investido como jefe de Gobierno por el Congreso capitalino, informó que “hay algunos compañeros o algunas compañeras que van a acompañar a la doctora Claudia Sheinbaum en su nueva ruta, en sus nuevas tareas”. Fue una forma elegante de anunciar que sí habrá cambios.
Los asuntos pendientes para el gobierno de la ciudad son la rehabilitación de la Línea 12 del Metro y evitar que continúen incidentes y accidentes en el Sistema de Transporte Colectivo; en lo que respecta a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, si bien es reconocida la eficaz labor desempeñada por García Harfuch en el combate a la delincuencia, están pendientes de solución los inmensos problemas del tráfico citadino, sin que se vea por ningún lado a los policías y patrullas de Tránsito, que buena falta hacen, ni la indispensable planeación del movimiento de vehículos.
Un problema acuciante es la escasez de agua, pero eso requiere mucho más que mes y medio para resolverse. Quedan por terminarse el Tren Interurbano México-Toluca, que depende de inversión federal, o las líneas de Cablebús de Chapultepec y Santa Marta, que se emprendieron sin medir posibilidades. Más difícil será evitar que sigan las corruptelas de la llamada Comisión de Reconstrucción, ahora sustituida por el INVI, donde hay dinero insuficiente, muchos pendientes e innumerables damnificados durmiendo en la calle, mientras que funcionarios corruptos siguen ofreciendo dinero en beneficio de las empresas presuntamente reconstructoras, cinco de las cuales tienen como domicilio una casa particular vacía.