Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de marzo de 2023.- El 8 de marzo ha resultado un dolor de cabeza para el gobierno de López Obrador.
Si bien la primera ocasión que las mujeres desfilaron hubo graves brotes de violencia del llamado grupo negro, asimismo existió irritación porque continuamos siendo un país en el cual 10 o más niñas y adolescentes desaparecen al día, la atención a las madres que buscan a sus parientes no ha sido apoyado como lo merece y los derechos de ellas continúan siendo vulnerados.
Hay avances, es cierto, en las altas esferas.
En los grupos mayoritarios continúa la poca atención de los supuestos tres poderes, aunque es indispensable reconocer algunos aciertos.
Como la reciente ley Malena, a propósito del caso de la saxofonista, María Elena Ríos y otras muchachas agredidas con ácido, pero el horrible machismo continúa siendo un cáncer en nuestras sociedades.
En este penúltimo año de gobierno, esperemos, no se presenten incidentes graves en las manifestaciones de ellas, quienes han insistido en un llamado para que todos los apoyemos, aunque en diferentes contingentes: los hombres en las últimas filas.
El 6 de este mes, Claudia Sheinbaum, la más aventajada en Morena por la contienda presidencial a pesar de asuntos como los accidentes en el Metro, la estatua en donde se ubicaba Colón y pendientes como los asesinatos no resueltos en la colonia Narvarte (cuatros mujeres y el periodista Rubén Espinosa), hizo un encuentro donde centenas la elogiaron y dijeron que ella será la primera mandataria del país.
Por otra parte, Sandra Cuevas continúa dando cátedra de lo que no se debe hacer en una alcaldía (la Cuauhtémoc), no sólo por tratar de evitar que los bailadores hagan su fiesta semanal en el kiosco Morisco, sino debido a que continuamente saca del arcón las malas prácticas de los gobernantes.
En la lista (muy parcial), hay que elogiar la posición de Mona Dora Buchain (Proceso, número 2418), ya que pone el acento que la Fiscalía General de la República (FGR), no ha hecho nada en serio en contra de la llamada Estafa Maestra (8 mil 500 millones de pesos desfalcados), donde hay varios implicados, entre elles: Rosario Robles- no obstante que haya sido absuelta por otras cuestiones; Emilio Zebadúa y Ramón Sosamontes (que se acogieron al proceso de oportunidad sin dar nombres de quienes daban las directrices para robar dinero público: seguramente Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto).
Posiciones como las de Mona Dora son importantísimas, ya que no es posible que la corrupción se quede con la aprehensión de Emilio Lozoya, Juan Collado y otros hampones menores, uno de los temas de campaña de la 4T que no se cumplirá.
Hace poco, la presidenta de la SCJN, la ministra Norma Piña, llamó a los miembros del sistema judicial actuar con prudencia, aunque sin cobardía.
Aunque por esos días obtuvieron sus amparos a su libertad o sus cuentas bancarias: Rosario Robles, a quien había elogiado todo el sexenio Enrique Peña Nieto; Luis Cárdenas Palomino, el brazo derecho de Genaro García Luna; la esposa de este, Cristina Pereyra; y el ex gobernador de Tamaulipas, José Francisco Cabeza de Vaca, quien dejó un desastre en el estado, con recientes muertos por el ejército y el secuestro de cuatro estadounidenses en aquella entidad.
Según datos oficiales, en la última década, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) ha sancionado únicamente 38 jueces por diversas irregularidades. ¡Inconcebible!
Así pues, tanto la FGR como la SCJN- caso ABC, saludos ministro Cossío- y muchos más son letra muerta en un país con enorme impunidad y corrupción.
Entre ellas, la que ocurre diariamente en contra de las mujeres. Por eso, más que condenar sus movimientos, es necesario sumarse a ellos no importa las prietitas en el arroz.