Periodistas Unidos. Ciudad de México. 18 de agosto de 2022.- Los acontecimientos ocurridos en cinco entidades del país (Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Michoacán y Baja California) en los más recientes días, revelan que hay una ola criminal, muy diversa, que se debe enfrentar no sólo con las acciones de largo plazo del actual gobierno (apoyos sociales a jóvenes y familias), sino dar golpes de precisión contra alguna bandas delictivas que han creído o son las dueñas del territorio.
En primer lugar, la ofensiva diversa se dio luego de una operación poco exitosa para detener a Ricardo Ruiz (el Doble R) y Gerardo González (el Apá), quienes pretenden ser los relevos de Nemesio Oceguera, El Mencho, el cual está aparentemente muy enfermo y no pudo imponer a su yerno, Julio Alberto Castillo, como sucesor.
Según las afirmaciones del reportero Salvador Frausto, hay otros sujetos que pelean el cargo, entre ellos uno motejado El Sapo, lo cual hace más complicado el asunto y traerá, sin duda, enfrentamientos en el segundo cartel de importancia, el de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
También, no hay que descartar, la incautación de droga reciente, por cerca de cuatro mil millones de pesos. El enfrentamiento en la cárcel de Ciudad Juárez, entre bandas criminales. Y la detención de 167 supuestas defensas ciudadanas-en realidad delincuentes- en Michoacán.
El primer asunto, del CJNG, trajo la amplia violencia, la cual parece que fue una onda expansiva en otros lugares.
En Ciudad Juárez, por cierto, asesinaron al periodista Allan González y tres de sus compañeros que en una pizzería transmitían un programa de Mega Radio.
Ello hizo que el martes 16, hubiera una conferencia matutina con los encargados de la seguridad: el secretario de la Gobernación, Adán Augusto López; la puntual, Rosa Icela Rodríguez; los responsables de Defensa y Marina, Luis Crescencio Sandoval y Rafael Ojeda, respectivamente; más el responsable de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, y hasta el subsecretario de Gobernación, Ricardo Mejía Berdeja, que andaba el fin de semana haciendo campaña política en Coahuila, en lugar de atender sus obligaciones o apoyar las acciones a favor de los mineros atrapados en la mina: El Pinabete.
Hay 40 detenidos por las acciones delincuenciales, desde la quema de vehículos y establecimientos hasta el asesinato de unos cuantos individuos, entre los que mencionamos.
En los medios conocidos la reacción fue de reprobación al gobierno hasta se especuló que estamos al borde de un narcoestado, algo que han planteado hace mucho algunos informadores. Esto último abre las puertas, aunque sea de manera formal, a la intervención de Estados Unidos a México para evitar que lleguen los enemigos del Imperio a sus terrenos.
Curioso, mientras en yanquilandia sólo le dieron tres años de cárcel al famosos Mencho por traficar drogas y lo soltaron. Cuando en marzo de este año liberaron a la hija de este delincuente, Jessica Oceguera, apodada La Negra. Y en el momento que Salman Rushdie, sufre un atentado en Nueva York, de parte justamente de grupos iraníes.
En ese contexto, se habla de que en México hay una situación insostenible.
Tiene razón Carlos Puig (Milenio, 15 de agosto), no estamos en un momento de terrorismo sino de violencia desmedida entre grupos delincuenciales. Y anota correctamente Viri Ríos (ídem), los golpes al narco, entre ellos la detención de Rafael Caro Quintero y otros, han producido reacciones inusuales.
Según cifras del Inegi, organismo autónomo, las cifras de delitos y homicidios han bajado, aunque sea levemente: 3.6 por ciento, en promedio (Jorge Zepeda, El País, 16 de agosto). Pero es necesario ser más contundentes en el enfrentamiento a grupos que intentan desestabilizar México.
¿Narcoterrorismo? ¿Gobierno que no sabe enfrentar sus problemas? Y otras interrogantes deben contestarse con precisión, como se hizo el martes 16, pero también con acciones más enérgicas, entre ellas aparte de las armadas, las de combatir con mayor profundidad el lavado de dinero, la asociación delictuosa y exigir a otros (los Estados Unidos) que en lugar de liberar a delincuentes, como los tres hijos de El Mayo Zambada y la joven Oceguera, pongan orden en su territorio.