Negacionismo conservador
Foto: Tercero Díaz / Cuartoscuro
Por Miguel Ángel Ferrer
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 14 de diciembre de 2019.- El arresto y la sujeción a juicio en Estados Unidos de Genaro García Luna, el principal operador criminal de Felipe Calderón, ha sido un golpe verdaderamente demoledor para la derecha mexicana. De un plumazo han quedado fuera de combate las figuras políticas más visibles y activas del arco iris conservador: el propio Calderón, Fox y Margarita Zavala.
También está siendo víctima fatal del caso García Luna el Partido Acción Nacional (PAN), ya de por sí bastante disminuido. ¿Cómo presentarse ante la ciudadanía cual una organización honorable y digna de confianza?
Y lo mismo puede decirse del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD). La alianza y subordinación de ambos al panismo los ha destruido electoral, moral y políticamente.
Partidaria y electoralmente la derecha se ha quedado sin fichas, mientras el obradorismo cosecha éxitos día tras día, aunque la derecha mediática pretenda pintarlos con tonos de fracaso y hasta de catástrofe.
Pero por más que la derecha quiera y trabaje para ello no es posible tapar el sol de los éxitos de López Obrador con el dedo mediático. El conservadurismo no mira lo que ven millones y millones de personas y familias. Lo ciegan su ideología racista, su pensamiento clasista, sus prejuicios, sus miedos al cambio.
El conservadurismo califica como errores o tonterías aquellos logros de López Obrador que simplemente no le gustan, aunque sean notoriamente beneficiosos para la inmensa mayoría de la población, incluidos los propios conservadores.
Podría decirse que éstos se encuentran viviendo un explicable estado de negación. Niegan la realidad que no les place, aunque carezcan de elementos materiales que sustenten su torcida concepción de la realidad.
La negación es un estado mental patológico. La imprescindible Wikipedia afirma que el negacionismo es exhibido por individuos que eligen negar la realidad para evadir una verdad incómoda; que «es el rechazo a aceptar una realidad empíricamente verificable; que es, en esencia, un acto irracional que se sustrae a la validación de una experiencia o evidencia históricas”.
Y afirma igualmente que el negacionismo grupal se presenta cuando «todo un segmento de la sociedad, a menudo luchando con el trauma del cambio, da la espalda a la realidad en favor de una mentira más confortable». He aquí, sin duda, un nítido retrato del conservadurismo mexicano luego de la fractura craneana sufrida el 1 de julio de 2018.