No lee uno de cada tres mexicanos

Por Humberto Musacchio

Por Humberto Musacchio

Para Cuauhtémoc Cárdenas, que cumple, bien cumplidos, 90 años.

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 30 de abril de 2024.- Con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, que se celebra el 23 de abril, se dieron a conocer cifras desconsoladoras. La principal es que, según cifras del Inegi,  uno de cada tres mexicanos es analfabeto funcional, pues no lee libros, publicaciones periódicas, historietas ni pantallas. Entre 2015 y 2024, la mayor caída se registró en la lectura de periódicos y revistas, que pasó de 47.2 a 21.7 por ciento de la población, en tanto que en internet subió el número de lectores de 37 a 39.4 por ciento, lo que tampoco es alentador, pues su número no compensa la pérdida de lectores de impresos, además de que, por lo general, es una lectura fragmentaria, lo que ha llevado a los jóvenes universitarios a armar los trabajos que les encargan sus profesores mediante una retacería con frecuencia ilegible. Penoso en verdad.

EL DERECHO DE AUTOR, EN PELIGRO

El 23 de abril es el día del libro, pero también del derecho de autor, asediado por la incontrolable publicación en internet y ahora por la inteligencia artificial, que ha sido un recurso de la piratería ante la la indolencia burocrática y las deficiencias de la Ley Federal del Derecho de Autor, lesiva en varios puntos para los creadores, como en el artículo 125 del capítulo tercero, que trata “De los editores de libros”, donde se establece que los editores tendrán el derecho de autorizar o prohibir “la reproducción directa o indirecta, total o parcial de sus libros, así como la explotación de los mismos”. Como es obvio, se deja fuera a los autores de una disposición que los afecta directamente, como también lo hace el artículo 127, donde se dispone que “la protección a que se refiere este capítulo será de 50 años contados a partir de la primera edición del libro de que se trate”, protección para los editores, lo que convierte a los autores en sus rehenes.

MORENA Y SU DEUDA CON CULTURA

En el actual gobierno federal, el área de cultura es zona de desastre. Por eso no parece muy atinado el pronóstico que sitúa a la cómica Regina Orozco como la futura secretaria del ramo, pues para tan alto cargo se requiere alguien con habilidad política, experiencia ejecutiva, relaciones y visión de Estado, factores de los que carece la señora. De ganar la elección Claudia Sheinbaum, se menciona como posible titular de la cartera de Cultura a Susana Harp, sobrina del acaudalado Alfredo Harp Helú. Ella es presidenta de la Comisión de Cultura del Senado, cantante y sicóloga con una maestría en neurolingüística. Como senadora, se le atribuye el impulso decisivo a la reforma de la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, la que en 2023 elevó a 36 meses el precio único del libro, lo que encarece las ediciones nuevas y las pone fuera del alcance popular, pero resulta muy satisfactorio para las trasnacionales del ramo.

CONSUELO SÁIZAR, CON XÓCHITL

Claudia Sheinbaum tendrá que buscar a un funcionario que conozca el ramo cultural, porque en el equipo de Xóchitl Gálvez está Consuelo Sáizar, ella sí con una vasta experiencia y el perfil idóneo para una cartera que es clave para la reconciliación con el gremio intelectual. Sáizar es licenciada en comunicación por la Universidad Iberoamericana, donde también estudió ciencia política y administración pública; es maestra en sociedades modernas y transformaciones globales por la Universidad de Cambridge, maestra en historia intelectual por la Universidad de Oxford y doctora en sociología, también por Cambridge. Fue jefa de prensa de Fonapas, gerente general de Editorial Jus, directora fundadora de Hoja Casa Editorial, directora general del Fondo de Cultura Económica, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, así como directora general de la Feria Internacional del Libro de Monterrey. Casi nada.

 

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