Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de junio de 2021.- Si una gran cantidad de suspirantes a puestos de elección se declararon ganadores a los pocos minutos de haber votado, varios medios informativos, entre ellos importantes diarios, señalaron la “amplia derrota” (sic enloquecido) de Morena y el triunfo de la fuerza opositora auspiciada por los millonarios: Claudio X González y Gustavo de Hoyos.
La realidad, como siempre, es otra y más compleja, ya que el partido de López Obrador ganó de 10 a 11 gubernaturas, varias en el norte del país; obtuvo 15 legislaturas- entre ellas Tamaulipas, que hará temblar a Cabeza de Vaca-, triunfó en capitales importantes y podrá mediante alianzas sacar adelante el presupuesto y otras leyes.
Es cierto, Morena perdió cincuenta diputaciones- significativamente las de cuadros importantes como Pablo Gómez Álvarez y Alfonso Ramírez Cuéllar-, descendió gravemente en su bastión principal, la Ciudad de México, en donde el este se encuentra en manos de la oposición, y Claudia Sheinbaum tendrá que negociar en un Congreso algo complicado; salió apaleado en Nuevo León y posibilitó por muchos errores que el PVEM tenga una bancada amplia que será importante para el futuro; en este punto incluso el aristócrata Manuel Velasco Coello ya hasta puso condiciones para ir juntos con López Obrador, lo cual es un desafío pero a la vez un juego peligroso para el nieto de un reconocido médico.
Según la encuesta de El Financiero (8 de junio), las bases de Morena salieron a votar más que nunca pues su sector de los pobres subió de 42 a 55 por ciento. Pero las clases medias y escolarizadas (universitarios y educación media) bajaron en su aprobación de 48 a 35 entre los primeros y de 52 a 44 por ciento entre los llamados “prepos”.
Es cierto, hicieron mella en estos sectores, hay que decirlo, el recorte a programas culturales, a los académicos, a la ciencia, a las peticiones de las feministas, el caso de las instancias infantiles, el no apoyo a muchas ONG auténticas y la falta de presupuesto amplio a los medios estatales de difusión.
Dijo Andrés Manuel en su mañanera del 8 de junio que hubo un bombardeo amplio en contra de Morena, principalmente en la Ciudad de México. Es cierto, pero faltó contrarrestarlo con una campaña más intensa, fina, profesional y certera en los medios estatales. Investigar y desnudar a quiénes patrocinaron a la oposición: los millonarios, el clero, los medios parciales con encuestas chafas y muchas otras cuestiones que debieron hacerse ahora que se tienen los instrumentos de difusión por parte del gobierno y se deben usar ética y responsablemente.
El PRI fue barrido, pues tiene un solo bastión, Coahuila, y perdió ocho gubernaturas, la mayoría para Ya Saben Quién. El PAN salvó Querétaro, perdió capitales importantes en todo el territorio, donde venció, curiosamente, Morena, que tiene carro completo en 9 estados (Excélsior, 8 de junio).
Hubo alternancia en 35 importantes ciudades (El Universal, 8 de junio). El PAN fue derrotado en 8 ciudades que había mantenido durante largo tiempo. 18 congresos serán guindas.
Gran lección de la ciudadanía que salió a votar con todo y contra todo: largas filas y amplia espera; algunos en sillas de ruedas y uno hasta en camilla, amén de la pandemia. Los funcionarios de casillas aguantaron hasta el final, a pesar que hubo incidentes en Metepec, estado de México- aquí también perdió el Congreso Morena- y Tijuana, entre otros, pero no se arrugaron nunca. Aplauso al INE que hizo bien su trabajo, aunque Juan Sandoval Íñiguez se burló de ellos llamando a votar a destiempo y muchos influencers contratados por el PVEM realizaron propaganda a última hora, ante lo cual Facundo los satanizó por mercenarios, aunque ya deben pararse estos actos frecuentes de esos que no son verdes sino mercenarios. ¿Qué medidas tomará el INE?
Dijo bien Rapé al concluir la elección: son tiempos de reflexión, calma y reconciliación. Ver para adelante con el fin de consolidar los apoyos a los más pobres, quienes no han explotado como en Colombia o Chile, algo que no entienden los millonarios, como ha insistido Jorge Zepeda Patterson en varias colaboraciones.
Recomponer el camino antes de pensar en el 2024 es lo conducente entre las fueras progresistas e intentar un programa más lúcido e incluyente.
PD. En Perú va adelante el izquierdista, Pedro Castillo, ante la derechista y hasta golpista: Keiko Fujimori, a quien apoya Mario Vargas Llosa, el señorito del Rey de España. Ojo, intelectuales mexicanos.
@jamelendez44