Pepe Mujica: un hombre de verdad + Podcast

Foto: AP

Por Jorge Meléndez Preciado

En recuerdo del gran Paul Leduc, auténtico creador cinematográfico

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 24 de octubre de 2020.- Uno de los ídolos de los actuales rebeldes, transformadores, iconoclastas es José Mujica, quien fue presidente de Uruguay (2010 a 2015), aunque después resultó elegido para senador de la República desde que concluyó su quinquenio hasta ahora.

Recientemente, de manera inesperada, el gran Pepe que  tiene   como tesoros una pequeña granja  (la que cultiva)    y un vocho que todavía maneja, aunque valuado en millones de dólares por pertenecerle, renunció ante la expectación de todos.

Mostró, igual que cuando fue aprehendido y  enviado a la cárcel por estar en el grupo Montoneros, guerrilla que deseaba y logró derrocar a la dictadura militar del Uruguay, que su batalla por lograr  tiempos mejores en su patria no fue en vano.

Pero reflexionó agudamente como suele hacerlo: me voy para no ser un lastre  en la transformación. Y se quedará a  vivir en su pequeño, pequeñísimo lote  con su mujer de toda la vida, Lucía Polanvsky.

He aquí algo de lo  que dijo este hombre a quien respetan derechas, iglesias,  oportunistas, y al cual las izquierdas deberían emular.

En la vida hay tiempo para llegar y tiempo para irse. “Me voy, enfatizó, porque me está echando la pandemia”.

“Ser senador (como lo fue hasta ese momento) implica hablar con la gente y hablar por todos lados. El partido no se juega en los despachos” y estoy amenazado por la vejez y la enfermedad. “Si mañana aparece una vacuna (contra la pandemia del virus Covid- 19) ya no me podré vacunar”.

            Soy pasional, añadió Mujica, pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio porque aprendí una dura lección que me enseñó la vida… que el odio termina estupidizando porque nos hace perder objetividad frente a las cosas.

            “El odio- reafirmó- es ciego como el amor pero el amor es creador y el odio, destruye. Y una cosa es la pasión y otra el cultivo del odio”.

            Refiriéndose a  la actualidad, don Pepe, apuntó: El tiempo impone cambios, y estamos en la era digital. Ni mejor ni peor…es algo distinto. Creo que han aparecido problemas tecnológicos sin hablar con nosotros. Pero todo ello, lo tendrá que resolverlo la política.

            “Porque la política es la lucha por la por la felicidad humana, aunque suene a quimera”.

            En la política, reafirmó, hay tiempo para la sucesión y las causas, y los hombres y las mujeres pasamos.

            Algunas cosas sobreviven y se transforman porque lo único permanente es el cambio, dijo quien ha estado en muchas situaciones difíciles y maravillosas.

            Hizo un breve recuento de su vida: “He estado seis meses atado con alambres con los años a la espalda. Irme el cuerpo por no poder aguantar en un camión dos o tres días encerrado. Estar dos años sin que llegue a bañarme y tener que bañarme con una taza de agua y un pañuelo. He pasado de todo. Pero no tengo odio a nadie”. Y les quiero transmitir  a los jóvenes que hay que darles gracias a la vida porque “triunfar en la vida no es ganar sino que es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae”.

            Lecciones simples, diría alguno. Profundas y metódicas, señalaría otro; únicas, diría un tecleador, ya que el hombre que estuvo en el calabozo y  no sabría que volvería a la libertad, llegó a presidente de su nación y encontró que lo más importante, vital, trascedente y único es vivir de la forma más sencilla, que no simple, como lo más  lo importante antes que encumbrarse y apabullar a los demás. Forma   de encarar la existencia y  demostrar un ejemplo a la humanidad.

            Ojalá este ejemplo lo valoren las nuevas generaciones que ven en el monetarismo la existencia humana, algo que en realidad está  podrido.

jamelendez@44gmail.com

@jamelendez44

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Easysoftonic