Periodistas Unidos. Ciudad de México. 11 de noviembre de 2021.- Siguiendo un artículo anterior (https://bit.ly/3bXAV4c), sigo enumerando algunas críticas más al Cabecita de Algodón.
Anti-ciencia
Nos dice uno de los científicos más prominentes del país, Antonio Lazcano, que AMLO tiene una visión provinciana de la ciencia (https://bit.ly/3GHS5AZ). Tal parece que en provincia no existe la ciencia y ni siquiera debería de tener permiso de existir. Me parece esta una expresión extremadamente clasista, muy reprobable para alguien que se considere científico.
Creo que hay mucha sabiduría en los pueblos originarios y realmente me gustaría que se realizaran estudios sobre “tronar” anginas. De niño sufría mucho de éstas hasta que me las «tronaron» en el pueblo de Oaxaca donde vivía. Nunca más tuve problemas. Es un proceso que realizan en los brazos. Imaginemos el número de operaciones y antibióticos que se podrían ahorrar si se «operaran» de esta forma.
Ciencia provinciana: desde los bosques de Veracruz (y el conocimiento del pueblo) salió la píldora anticoenceptiva tan importante para el mundo.
Los dichos de Lazcano vienen a cuento porque la FGR va contra algunos «científicos» por corrupción, lo cual es inaudito de acerdo al siguiente silogismo:
En todas las áreas del quehacer humano se generan indeseables mafias (https://bit.ly/3nQdbVa)
La ciencia es un área del quehacer humano
En la ciencia no hay mafias
Luego entonces, los científicos no son humanos
Anti-feminismo
Me parece que AMLO es el presidente más feminista que ha habido. No solo por el hecho de que hay una gran cantidad de mujeres en su gabinete sino también por su preocupación porque los trabajadores mejoren su salario. Trabajadores menos estresados generan menos violencia doméstica (Erich Fromm – Amor a la vida).
Dictador autoritario
Aquí solo hace falta comentar que, cualquier dictador autoritario de mediano pedigree, como algunos que hemos padecido, no permitiría nunca que lo tildara la prensa de tal hecho. El cuento se cae solo, no obstante, la estulticia de una parte de la población se traga toda la inmundicia que vomitan los medios.
Populismo
Los países nórdicos son países populistas por excelencia. Son importantes las cantidades que erogan mensualmente los gobiernos de esos países por niños y adolescnetes menores de 18 años, y no solo por la educación gratuita y de calidad que ofrecen, sino por los apoyos mensuales que dan a los padres de estos. Cuando en un afán de crítica a AMLO, Lorenzo Córdova truena contra el populismo que es tan dañino para la democracia (https://bit.ly/3EHKVuW) recuerda uno lo amigable que es Odebrecht para la misma. Por cierto que ese gran demócrata es un auténtico racista: “Había uno, no mames, no te voy a mentir, te voy a decir cómo hablaba este cabrón. Yo jefe, gran nación chichimeca, vengo Guanajuato. Yo decir aquí o diputados, para nosotros, yo no permitir tus elecciones” (https://bit.ly/31JMjyF).
Polarización
En 2018 AMLO recibe un país completamnete polarizado, no solo por el empobrecimiento del mismo debido a la corrupción que los gobiernos de principios de este siglo intentaron hacer cultural a lo largo y ancho del país y que obviamente genera polarización, sino también por los medios de comunicación que en su afán de mantener privilegios esparcen noticias falsas a diestra y siniestra. Una demostración excelente del poder de las «fake news» puede verse en la serie de TV Dinosaurios (https://bit.ly/3n0HAkm), en el episodio llamado «Power erupts» donde la compañía WESAYSO hace una campaña de odio contra un miembro de la familia Sinclair pues éste ideó una forma de obtener energía limpia y gratis (recuerda uno de inmediato a las compañías españolas).
Las críticas no influyen en la encuestas
Algo que parece increíble es que a pesar de no gastar dinero del erario en medios de comunicación, como sus antecesores, y estos inventarle noticias falsas un día sí y otro también, AMLO mantiene una alta aprobación entre la ciudadanía, de aproximadamente el 64%. Los presidentes anteriores, no obstante la dilapidación (https://bit.ly/3GPDeV6) de dineros públicos para la compra de la opinión pública, al tercer año de gobierno ya iban en franca picada. Esto no le permite a la oposición siquiera el intento de sacarlo de la presidencia mediante la revocación de mandato.