Premio Nobel de Economía: nuevos enfoques

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 20 de octubre de 2021.- El más reciente Premio Nobel de Economía: causó sensación. Ello porque se rompió la tradición de otorgárselo a los enfoques teóricos, en varias ocasiones matemáticos, y generalmente   con acento neoliberal.

Ahora, se le concedió a tres investigadores que llevaron a cabo lo que denominó el jurado: “experimentos naturales”, o sea tareas empíricas acerca de la forma cómo han evolucionado los salarios en diversos momentos, incluso cuando hay migraciones en Estados Unidos.

Los tres premiados fueron: David Card (de origen canadiense), Joshua Angrist (neerlandés) y Guido Imbens (estadounidense). El trío investiga en universidades yanquis.

El primero, Card,  trabajó varios años con su compañero, Alan Kruger, pero éste,  desgraciadamente,  se suicidó  en 2019.

Ambos realizaron dos experimentos importantes. Uno,  si la llegada de cubanos a Nueva Jersey y Pensilvania, que demandaban empleos, hacía que la economía sufriera deterioros graves. Y dos, si el alza de salarios en ambas entidades traía pérdida de empleos o retrocesos económicos.

En el par de  casos los resultados fueron que ninguna aparente perturbación económica deterioraba la economía. Más bien la mantenía a flote y permitía avances en el desarrollo.

Por su parte, Joshua Angrist, también haciendo alianza teóricas con Kruger, obtuvo algo que ya es sabido pero fue necesario ratificarlo: a mayor preparación de los jóvenes hay la posibilidad de mejores salarios.

Estos resultados los profundizó  Joshua con Imbens. Realizando varias pruebas de campo para llegar a una conclusión que desde hace muchos años parece lógica, pero ya sabemos que en el Imperio del Norte cuenta mucho este tipo de experiencias que refutan las concepciones neoliberales de que únicamente los emprendedores, sin calificación,  pueden lograr mejores niveles de vida.

Algo que es patente, más después de la famosa película, El lobo de Wall Street, donde un grupo de muchachos se enriquecen timando a la población, en especial a los más ancianos y desprotegidos. Cinta que ganó el Óscar en  2014; dirigida por Martín Scorsese y donde  Leonardo DiCaprio lleva la actuación principal.

Así pues, hay una refutación, a las teorías estadounidenses de que el mercado y la ley de la oferta y la demanda son las que deben prevalecer en la actualidad.

En México, durante el presente sexenio se ha elevado en tres ocasiones el salario mínimo sin que ocurrieran  repercusiones negativas para la economía. Al contrario, somos una constatación más que las teorías de Card, Agrist e Imbens no sólo tienen sentido en yanquilandia, sino en esta región donde el TMEC pone algunos obstáculos a los  cambios necesarios para un mejor funcionamiento social y económico.

Otro de los mitos que se están derrumbando, cuando menos en España y Europa, es que concesionar a las empresas privadas la energía eléctrica abarata y difunde más ese producto elemental.

Lo que ha ocurrido en el viejo continente es una elevación impresionante del fluido eléctrico, tanto que los hogares ya no pueden utilizar los aparatos electrodomésticos por las mañanas, sino en la madrugada cuando el cobro del servicio es más barato. Lo que ha traído una gran revuelta en la mal llamada Madre Patria española.

Algo que debemos tomar en cuenta para la muy discutida Reforma Eléctrica de López Obrador.

Por esos y otros asuntos, el hoy muy famoso economista francés, Tomás Piketty,  ha dicho que a las empresas digitales deberían ponerles un impuesto de  más del 16 por ciento que se propone y también gravar las herencias para que el Estado tenga cómo financiarse en tiempos de crisis.

En resumen, teórica y prácticamente vemos un derrumbe del neoliberalismo.

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