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El auténtico problema de la instrucción pública no está en los planes y programas, en las reformas educativas que vienen y van, sino en que, debido a los intereses políticos, los líderes sindicales convirtieron al SNTE, primero, a la CNTE después, en instrumentos de poder y control social, no en los formadores de educandos que necesitamos, para que México pueda insertarse al mundo de la mejor manera posible.
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 08 de junio de 2022.- Afirmó Enrique Peña Nieto, con total acierto, que la corrupción de los mexicanos es inherente a su cultura. ¿Su manera de ser, la forma en que fueron educados -nada que ver con instruidos-, su actitud ética y moral ante las leyes y las autoridades? Lo que padecemos dista mucho de ser parte del modelo educativo.
¿Cultura de la corrupción? Sí… de otra manera cómo haremos cuando el policía de tránsito y el conductor del vehículo ponen en práctica ese medio lenguaje que evita las infracciones, y garantiza que algún dinero pasa de unas a otras manos. Cómo haremos para exigir cuentas a los funcionarios públicos de primer nivel, cuando en muchos círculos se les denuesta porque durante su permanencia en el cargo, “no se armaron” para el futuro. Y el festinar las frivolidades de los que mandan.
Sin embargo, de la peor de las corrupciones, de la más nefasta de las actitudes del ser humano (anidada en la hipocresía), nada se dice, ocultan con habilidad ese pernicioso comportamiento moral, en todos los niveles y todos los ámbitos. La Iglesia y sus pederastas y violadores de siervas del Señor; la familia, llena de complicidades para ocultar las violaciones y la violencia intrafamiliar, notoriamente contra mujeres y niños… y ese lenguaje de doble moral habilidosamente transformado por los líderes de la 4T, pero especialmente por Andrés Manuel López Obrador. ¡Total, que nos vamos al carajo todos los que no estamos de acuerdo con la contratación de médicos cubanos! Él, a dónde dirigirá sus pasos.
El auténtico problema de la instrucción pública no está en los planes y programas, en las reformas educativas que vienen y van, sino en que, debido a los intereses políticos, los líderes sindicales convirtieron al SNTE, primero, a la CNTE después, en instrumentos de poder y control social, no en los formadores de educandos que necesitamos, para que México pueda insertarse al mundo de la mejor manera posible.
En cuanto a la infraestructura, durante mi vida profesional vi escuelas recién inauguradas sin baños y, lo peor, con baños sin tubería; en Ciudad Altamirano, Guerrero, vi miles de desayunos escolares caducados y en el basurero municipal, y claro, también me ha tocado conversar con auténticos mentores rurales, capaces de cargar su pobreza con dignidad.