Periodistas Unidos. Ciudad de México. 13 de mayo de 2022.- Aunque el mundo algo ha adelantado en cómo ve y trata a las mujeres, continúa la marginación y la doble o triple jornada de trabajo en casas donde los hombres faltan o si los hay, no ayudan.
Y el machismo y los prejuicios de género están presentes en todas las circunstancias de la vida; hasta en las cuestiones médicas.
Por ejemplo, se piensa que los infartos son cosa de hombres y la depresión de mujeres; lo que con frecuencia conduce a diagnósticos errados, tratamientos tardíos y muertes evitables.
Pero la realidad muestra que el 56 por ciento de las mujeres muere por infarto, frente al 47 por ciento de los hombres.
Y que la depresión no tiene tanto que ver con las hormonas femeninas, sino con la pobreza que aflige a más mujeres que hombres.
Cables de Reuters y AFP difundidos en El Mercurio de Chile este 7 de marzo, precisan que los prejuicios llevan a que las mujeres que están sufriendo un infarto llamen al servicio de urgencia 15 minutos más tarde que hombres en el mismo caso.
Y la historiadora feminista Elinor Cleghorn, autora del libro «Mujeres enfermas: viaje a través de la medicina y el mito en un mundo creado por el hombre«, afirma que los estereotipos afectan la forma en la que los profesionales de la salud tratan las patologías.
Coincide con ella, la neurobióloga francesa Catherine Vidal que sostiene que la salud de las mujeres ha sido siempre mal comprendida y esa visión permea la atención médica.
¿Y sabían ustedes que las mujeres tenemos 35 por ciento más probabilidades de morir, cuando somos operadas por cirujanos hombres?
Eso asegura un artículo de Cagil Kasapoglu para la BBC del 18 de enero, elaborado en base a la investigación del doctor Christopher Wallis, publicada en la revista JAMA Surgery.
Y agrega que habrá también mayor probabilidad de complicaciones postoperatorias, pero que el sexo del cirujano no hace diferencia en los pacientes masculinos.
Wallis analizó los expedientes de un millón 300 mil pacientes operados por dos mil 937 cirujanos en Ontario, Canadá, entre 2007 y 2019, y aclaró que aún no tiene explicación para estos hallazgos, porque es el primer estudio que aborda el resultado quirúrgico teniendo en cuenta los sexos de cirujano y paciente.
Pero la uróloga Oneeka Williams, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts en Boston, sugiere que como los cirujanos piensan que las mujeres somos más ansiosas e histéricas, prestan menos atención a las quejas postoperatorias y subestiman la gravedad de los síntomas.
Y Jennifer Svahn, cirujana vascular de la Northwell Health University en Nueva York, entrevistada también por la BBC, está de acuerdo; «la elevada tasa de mortalidad de mujeres operadas por cirujanos hombres, puede deberse a que invalidan las preocupaciones y los síntomas de sus pacientes mujeres».
Lo mismo declaró la doctora Nancy Baxter, cirujana colorrectal del St. Michael’s College Hospital de la Universidad de Toronto, al asegurar que el personal de salud tiende a menospreciar más, el dolor de las mujeres que en los hombres.
Y la doctora Kim Templeton, cirujana ortopédica del Centro Médico de la Universidad de Kansas explica que un buen diagnóstico requiere que las personas se sientan cómodas al revelar información que podría ser crítica para un tratamiento y la interacción médico-paciente puede sufrir si la paciente es mujer y el médico hombre.
Otra especialista, la cirujana vascular Jennifer Svahn, indicó que las mujeres cirujanas están más preparadas y se les exige más.
Y cuenta su experiencia: “La mayoría de los pacientes y el personal asumen que soy asistente médica, secretaria, dietista y, si tengo suerte, enfermera; todo menos la cirujana».
Incluso, dice, después de informar a sus pacientes el diagnóstico, el enfoque quirúrgico y los riesgos y beneficios de determinada operación, “me han salido con ‘bien, pero ¿Quién va a hacer mi cirugía?’.
Los pacientes, dijo, todavía creen que los cirujanos hombres son superiores. Nos acercamos a cada paciente con la presión adicional de tener que disipar las percepciones de que somos inferiores a los cirujanos hombres. No podemos darnos el lujo de cometer errores.
Y Fiona Myint, vicepresidenta del Colegio Real de Cirujanos de Inglaterra, informó que en su país las mujeres que eligen especializarse en cirugía son el 41 por ciento en etapa inicial, pero terminan solo alrededor del 10 por ciento.
“El hecho que las doctoras debemos enfrentar al sexismo, es una experiencia cotidiana; cuando la gente piensa en cirujanos, piensa en hombres”.