Periodistas Unidos. Ciudad de México. 24 de mayo de 2022.- Le fue enviada al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, una carta firmada por integrantes de la comunidad cultural del estado, quienes le expresan su preocupación porque la persona designada “para dirigir el rumbo de la cultura en Sonora no reúna los requisitos ni la experiencia necesaria que recomienda la UNESCO para desempeñar las funciones de administración, gestión y promoción de un campo tan sensible y estratégico como lo es la cultura”. Tal persona es Beatriz Aldaco, directora general del Instituto Sonorense de Cultura, quien después de tres meses de gestión, señalan los firmantes, ha mostrado “falta de pericia y liderazgo”, además de que exhibe “comportamientos inapropiados, caprichosos, autoritarios (y) partidistas hasta el fanatismo”, en un espacio que “por su misma naturaleza debe propiciar la tolerancia, la pluralidad, la imparcialidad y la universalidad del pensamiento”. Lejos de eso, agregan los quejosos, ha dedicado gran parte de su tiempo y energía a imponer sus criterios y a confrontarse con destacados miembros del sector artístico”, crea “jaloneos y conflictos con el personal de la dependencia” y se enemista con los empresarios sonorenses. Una joyita, pues.
SÓLO RESPUESTAS BUROCRÁTICAS
A lo anterior, Aarón Grageda Bustamante, quien cobra como secretario de Educación y Cultura, responde –¡faltaba más!– que “dentro de los objetivos” del actual gobierno sonorense está “garantizar un cambio amplio, profundo y verdadero para que todas y todos los ciudadanos gocen de manera igualitaria e incluyente los derechos a la educación, cultura, deporte, ciencia, tecnología y recreación”, y agrega un oficio de Beatriz Aldaco, “mediante el cual (sic) se da cumplimiento puntual a todos y cada uno de los puntos descritos en el citado ocurso” (el de los quejosos). Esto es, que basta con lo que diga un oficio burocrático para que el papel se convierta en la verdad verdadera, sagrada e inmutable. ¡Faltaba más!
Con la misma convicción de covachuela, mete don Aarón a su director jurídico para ratificar que todo funciona perfectamente en su secretaría. Esperemos que el señor gobernador tenga otra opinión, porque Sonora merece otra cosa.
FUE SILVIO CONTRI, NO TOLSÁ
La acuciosa Beatriz Barros detectó una metida de choclo del director de Comunicación Social de la Secretaría de Cultura federal, Isaac Macip, quien subió a redes sociales un mensaje de 56 segundos, donde el funcionario, en el Día Internacional de los Museos, invita a los mexicanos a conocer y recorrer estos recintos, lo que está muy bien. Pero de pie en la Plaza Tolsá, informó que estaba en el Museo Nacional de Arte, “edificio icónico construido por Manuel Tolsá”, cuando en realidad el bello edificio del Munal, obra del arquitecto Silvio Contri, fue edificado durante la presidencia de Porfirio Díaz, casi un siglo después de la muerte del gran arquitecto y escultor. Ante el resbalón del señor Macip, nos permitimos recomendarle que se consiga un buen asesor. De nada.
A MATOS, EL PRINCESA DE ASTURIAS
Se otorgó el Premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales a Eduardo Matos Moctezuma, quien fue propuesto por la UNAM y la Academia Mexicana de la Lengua.
Por la obtención de este reconocimiento oloroso a franquismo, el multilaureado arqueólogo recibió innumerables felicitaciones, pero no la del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues Matos desmintió que la fundación de Tenochtitlan hubiera ocurrido en 1321, fecha que quería imponer el gobierno para hacerla coincidir con otros festejos, lo que el director del proyecto Templo Mayor tachó de manipulación. Por si algo faltara, recientemente el sabio salió en defensa de la UNAM ante los ataques que soltó YSQ en una mañanera. Eso explica la indiferencia, pero no justifica el desdén. Así andamos.