Periodistas Unidos. Ciudad de México. 08 de septiembre de 2022.- Después de aceptar la renuncia del Fiscal del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, y en medio de las reclamaciones de los padres de los 43 por no llegar a conclusiones sólidas en este asunto; más la campaña de prensa y difamación contra el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, quien encabeza la investigación del asesinato de los 43, López Obrador dijo que le tengan confianza, seguirá adelante para llegar a la verdad y la justicia y que resistirá para dar resultados.
Es cierto, todos sabemos- principalmente sus adversarios y enemigos- que es un político difícil de vencer y se levanta de las derrotas que le infringen, por las buenas o las malas, y que su palabra comprometida tiende a cumplirla.
Pero los recientes acontecimientos de exculpar a militares que habían sido detenidos por el caso de todos tan sabido, la negligencia de Gertz, la andanada de informaciones tendenciosas contra Encinas y una reciente entrevista de un periodista ligado y difusor de lo que siempre dice el Ejército, nos muestra un panorama difícil de remontar y que puede, desgraciadamente, terminar mal.
En el Campo Militar Número Uno, donde torturaron al dirigente estudiantil Tomás Cervantes Cabeza de Vaca; hostigaron siempre a compañeros como Raúl Álvarez Garín, Eduardo Valle Espinoza y decenas más, se abrieron las puertas muy fácilmente para que Jorge Fernández Menéndez (JFM) dialogara con el general José Rodríguez Pérez, quien está en la lista de indiciados.
No fue una entrevista, ya que todas las supuestas preguntas resultaron a modo para que el militar diera su versión y atacara sistemáticamente al que fuera jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, Alejandro Encinas.
No es algo nuevo en el mencionado tecleador, ya que tanto en sus escritos en diferentes medios (Unomásuno, El Financiero, Excélsior) ha dado versiones sesgadas a favor de los uniformados y en contra de los movimientos sociales.
Lo mismo hace en su serie televisiva: Todo Personal, que realiza con su esposa Bibiana Belsasso, en ADN Canal 40.
La parcialidad es evidente, con toques aparentemente críticos, proporcionados por algunos compañeros que investigan acerca de los acontecimientos que pone al aire y en la mesa.
Diversos reporteros que han cubierto la batalla contra el narcotráfico, señalaron que en algunas entidades JFM viajó en aviones de las Fuerzas Armadas. Algo por demás relevante.
La señora Belsasso, se casó con el argentino nacionalizado mexicano, el 20 de noviembre de 2011, en una fiesta a todo lujo y uno de sus testigos fue Felipe Calderón (Julio Hernández López, La Jornada, 27 de septiembre), quien lleva a cabo sus tareas: “haiga sido como haiga sido”.
Uno de los libros de Fernández Menéndez es: La noche de Iguala, una reafirmación, con algunos documentos obtenidos de fuentes gubernamentales, de lo que se presentó como: La verdad histórica, del encarcelado Jesús Murillo Karam.
El impreso fue llevado a la pantalla, en un docudrama para contrastarlo con el realizado por Témoris Grecko: Mirar morir. En éste se mostraba la relación de criminales (Guerreros Unidos) con las mal llamadas fuerzas del orden.
En síntesis, el lugar más importante del Ejército ha servido como campo de tortura y lugar de reclusión, indebidamente, para los que buscan el cambio en el país, y también de recepción para hacer entrevistas que intentan lavar la cara a quienes pueden estar involucrados en acciones criminales.
Periodistas al servicio de lo que reprocharían los llamados Migueles: Granados Chapa y López Azuara, quien acaba de fallecer, los cuales eran los encargados de la sección editorial del Excélsior que dirigía: Julio Scherer.
@jamelendez44