Salto Cuántico: “Hasta que la Dignidad se Haga Costumbre”

Foto: No Vivimos del Aplauso

Por Karina Álvarez

Hoy es el último día del 2020, y ya queremos que se acabe. Ha sido un año difícil, distinto, doloroso; pero como en todo, también trajo cosas buenas.

Entre ellas, que se encontró la vacuna contra el covid-19; Argentina acaba de legalizar el aborto; y el gremio artístico y cultural ya cuenta con el primer Manual de Buenas Prácticas Laborales para quienes trabajan Arte y Cultura en México.

¿Un Manual de Buenas Prácticas? Sí. Resulta que, desde su existencia, los trabajadores de las artes y la cultura son uno de los grupos más castigados laboralmente, con grandes abusos a sus derechos humanos, que bien se pueden detallar y se repiten una y otra vez.

No cuentan con seguro médico, trabajan jornadas laborales interminables, se les paga a destiempo, muchas veces les incumplen los contratos o trabajan sin contrato, etc, etc.

Creado y promovido por la organización No Vivimos del Aplauso -que integra a 23 estados de la República Mexicana-, el Manual de Buenas Prácticas detalla los actos que deben evitarse y a cuáles negarse a la hora de cerrar un trato.

Con esto, los artistas mexicanos buscan promover su dignidad laboral y reconocerse como sujetos de derechos.

“Logramos identificar las necesidades colectivas. En la Constitución mexicana no existe el término trabajador del arte y la cultura. La colectividad es quien logra los cambios legales”, aseguró Lendalí Báez, abogada y miembro de No Vivimos del Aplauso, durante la presentación del Manual.

Las malas prácticas de las que han sido víctimas son históricas, principalmente a la hora de ser contratados por parte de las autoridades de algún estado o municipio, quienes generalmente incumplen en tiempo y forma el pago a los trabajadores.

Sin embargo, los propios artistas reconocen haber normalizado los abusos vividos, como si se tratase de una relación codependiente con sus contratadores. Ahora se creó este manual para abonar en la construcción de la legalidad y reconocer los derechos de los artistas.

Además, es necesario darles su valor como formadores de sueños e ilusiones, su trabajo aporta a la felicidad de las personas y a la cultura de las sociedades. En tiempos de pandemia, han sido claves para apoyar en la sanación de emociones.

“Debería de ser una inversión del Estado pensar en cultura”. Y, “los funcionarios no honran su palabra”, son otras de las demandas de No Vivimos del Aplauso.

Carolina Vidal, Emilio Lome, Isabel Cruz, Lucero Aburto, Lendalí Báez y Luis Felipe Cruz, todos miembros del colectivo de artistas, realizan, además, investigación sobre desarrollo de infancia, pedagogía y cultura. Aportando así grandes valores a la educación y al desarrollo de los individuos.

El Manual de Buenas Prácticas Laborales para quienes trabajan Arte y Cultura, Enfermedades de la Cultura y Remedios para Curarlas, está construido desde el humor mexicano, con términos que dan risa, pero que reflejan la realidad como el gandallismo, los cachirules, la rata impostora y demás.

Todos, alguna vez en nuestra infancia fuimos motivados por estos artistas; nos tocaron el corazón con su música, su canto, las obras de teatro, los cuenta cuentos, el teatro guiñol, el trovador, los bailarines, y cuantos más podamos recordar.

Apoyemos su causa para que la legalidad llegue a ellos.

 

SINCRONÍA: Que este 2021 traiga salud, abundancia y mucho amor.

 

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