Salto Cuántico: Los olvidados de la pandemia
Foto: Cuartoscuro
Por Karina Álvarez
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 26 de noviembre de 2020.- Los preescolares, las primarias indígenas y las telesecundarias, han quedado olvidadas durante esta pandemia.
¿Qué ha pasado con ellos?, si bien es un hecho que la mayoría de las escuelas indígenas se ubican en zonas sin acceso a servicios básicos, menos a internet, también es cierto que en estos momentos la Secretaría de Educación Pública (SEP) debería de saber sus condiciones.
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) publicó el 17 de noviembre la encuesta: “Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por covid-19. Educación básica 2020”, en donde da una imagen aproximada de lo que sucede con dicha enseñanza.
Sin embargo, dista mucho de lo que realmente pasa con los estudiantes y docentes de este sector, que siempre ha sido el más desfavorecido en la educación mexicana.
Por un lado, sabemos que el nivel preescolar ha presentado las cifras más altas en deserción en lo que va de este año; por poner un ejemplo, de 32 niños que tenía una escuela particular, sólo le quedaron siete, esto habla de que muchos padres de familia decidieron que sus hijos perdieran sus clases debido a que no consideran tan importante este nivel educativo. En las públicas pasó lo mismo.
Por otro lado, sabemos que la edad más importante de desarrollo de un menor es en la primera infancia, que va de los 0 a los 6 años; o sea, justo la edad del preescolar.
Dentro de los argumentos que padres y madres dieron a la Mejoredu sobre por qué no continúan sus hijos las clases de preescolar, se ubican, principalmente, que el niño no sabe usar las herramientas tecnológicas aún, y la falta de tiempo para apoyarlo.
De la educación indígena y telesecundaria, se sabe muy poco:
“El personal docente expresó que las principales dificultades de la educación a distancia fueron: la atención a estudiantes con alguna condición de vulnerabilidad, la retroalimentación de las actividades, el apoyo emocional a los educandos, la falta de orientación a las familias para brindar apoyo a sus hijas(os) y el atender demandas de las autoridades educativas.
“En el caso de las y los directores, si bien consideraban que los docentes de sus escuelas sabrían cómo incorporar las herramientas de trabajo a distancia a las actividades planeadas, reconocieron que en muchos casos era necesario brindarles capacitación sobre las tecnologías. En este sentido, los docentes de preescolares y primarias indígenas, así como de telesecundarias, se revelaron en mayor desventaja”, indica la encuesta aplicada a 194 mil miembros de la comunidad educativa entre padres, alumnos y profesores.
He hablado con maestros que trabajan en diversas zonas rurales del país, y una de las cosas que siempre me dicen es que la mayoría de sus estudiantes regresaron al campo a trabajar y dejaron la escuela. Es muy probable que no regresen, aseguran.
En otras zonas se sabe de docentes que andan de puerta en puerta llevando y trayendo tareas y trabajos de sus alumnos, les han dado seguimiento a sus estudiantes de alguna manera, pero no existe un contacto real donde se desarrolle un verdadero aprendizaje.
Los datos más recientes del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, que datan de 2015, consideran una población indígena en edad escolar de 2.3 millones de niñas y niños, mismos que en este momento no están tomando clases por ningún tipo de herramienta o método.
En Telesecundaria hay 1 millón 398 mil 273 estudiantes, entre 12 a 15 años de edad, tampoco están tomando clases.
SINCRONÍA: En localidades de alta y muy alta marginación se encuentran 56.9% de las escuelas de nivel básico y 39.9% de los planteles de educación media superior. En tanto, en localidades rurales, es decir, menores a dos mil 500 habitantes, 57% de las escuelas son de educación básica y 30.4% de educación media superior. Son los preescolares indígenas y los comunitarios los de mayor presencia en este tipo de localidades (87.3 y 97.4%, respectivamente).
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