Salto Cuántico: ¿Qué es la innovación educativa?
Foto: Cuartoscuro
Por Karina Álvarez
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 03 de agosto de 2020.- El reto educativo que enfrenta México y el mundo ante la pandemia por covid-19 pone en la mesa diversos escenarios para lograr una cobertura completa en la formación.
La mayoría son desalentadores cuando se toca el tema tecnológico, pues existen miles de niños y jóvenes que no cuentan con acceso a internet ni a dispositivos electrónicos para poder tomar sus clases en línea, situación que no es exclusiva de nuestro país.
Es urgente replantear la manera de seguir enseñando a los estudiantes. Como consecuencia de la pandemia hemos visto las diversas carencias a las que nos enfrentamos, ahora tenemos claro en qué hemos fallado; y más que hablar sobre los problemas, hablemos sobre las soluciones.
La innovación educativa es un proceso permanente de búsqueda de mejora de la calidad y de los aprendizajes de los estudiantes. Esto implica que es necesario tener los objetivos claros de qué y cómo queremos o podemos enseñarlos. Actualmente, ésta es la visión más asertiva para lograr atender a todo el alumnado, sin importar la pandemia, la distancia o el internet.
Para innovar se necesita cambiar el actual modelo y el tipo de información que es necesaria para los estudiantes. Aprender a aprender, según los expertos en educación, es la mejor manera para que los alumnos logren escuchar, retener y analizar los datos a los que tienen acceso.
La Comisión para la Educación de la Unión Europea considera aprender a aprender como una competencia básica de gran influencia en todas las demás. La definición de la Comisión Europea de dicha competencia dice: Capacidad para proseguir y persistir y organizar el propio aprendizaje, lo que conlleva realizar un control eficaz del tiempo y la información, individual y grupalmente.
En tanto, la Universidad Internacional de Valencia,que cuenta con un amplio estudio sobre el aprender a aprender, considera que esta enseñanza debe comenzar desde el inicio de la escolaridad y continuar durante todas las etapas del aprendizaje. En cuanto a los principios metodológicos, especialmente relevantes para la enseñanza y adquisición de esta competencia básica, se ubican:
Explorar las concepciones que estudiantes y docentes tienen sobre el aprendizaje. En concreto: las creencias preconcebidas sobre qué es la inteligencia y qué es para ellos una persona inteligente.
Organizar debates en clase donde se trate de forma explícita lo que es aprender, exponiendo lo que piensa cada uno sobre esta cuestión y aportando propuestas de mejora.
Otro principio metodológico consiste en enseñar al alumnado a regular sus propios procesos de aprendizaje, lo cual implica: planificar, supervisar y evaluar su comportamiento cuando se enfrentan a cualquier tarea escolar.
Tanto docentes como estudiantes deben reflexionar acerca de si el sistema educativo que se está empleado es el más adecuado para conseguir los objetivos y cómo se puede actuar de no ser así.
Otro de los pilares sobre el que debe sustentarse aprender a aprender es el aspecto de colaboración. Trabajar junto a otros ayuda a tomar conciencia de los propios procesos cognitivos y emocionales, consensuar objetivos y llegar a acuerdos sobre la forma idónea de conseguirlos.
Aplicar este modelo no implica el uso de nuevas tecnologías ni tampoco que el alumnado esté en las aulas. Tal vez dar mayor libertad a los docentes para asegurar que todos los estudiantes sobresalgan por medio de este método, evitaría la deserción que el covid está provocando y daría tranquilidad a los padres, desesperados por no saber qué hacer con sus hijos sin escuela.
SINCRONÍA: Como cualquier otra parte del currículo educativo, la adaptación y enfoque individual es fundamental para el éxito.
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