Salto Cuántico: Sí, todo puede empeorar
Foto: Cuartoscuro
Por Karina Álvarez
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 01 de junio de 2020.- El futuro de la educación en México es cada vez más incierto. Siempre lo ha sido en el sentido de que habitamos uno de los países peor evaluados a nivel internacional, ocupando el lugar 102 en calidad educativa, de un ranking de 137 naciones; pero ahora y gracias al covid-19, la situación se agudiza al punto de ser alarmante por las dificultades que enfrentan los docentes y alumnos para tomar las clases en línea.
Por un lado, está la falta de herramientas tecnológicas indispensables para tomar las clases, como lo es una computadora e internet; por otro, hay cientos de docentes que se han enfrentado al uso de tecnologías a las que no estaban acostumbrados y en las que no han recibido capacitación; y en un último punto, están aquellos estudiantes que no han tomado ninguna clase en línea, simplemente porque su escuela así lo decidió.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es una de las instituciones que cuenta con todos los análisis sobre la calidad de la educación en México y basta con echar un vistazo para darnos cuenta de que el sistema educativo mexicano está por los suelos.
En su estudio más reciente, El futuro de la educación superior en México: Fortalecimiento de la calidad y la equidad, elaborado a finales de 2018 por petición de la administración de Andrés Manuel López Obrador, el organismo establecía las carencias en la educación a distancia en el nivel superior, de la siguiente manera:
“Los organismos públicos y privados responsables de la evaluación, la acreditación y el registro han tardado en desarrollar procesos adaptados a programas a distancia e híbridos (combinados). Sus políticas se han quedado rezagadas con respecto del crecimiento de los ingresos en educación a distancia, y en algunos casos impidieron la participación en la acreditación externa”.
Entonces hablamos de un raquítico sistema para que los alumnos puedan aprender desde casa, y eso que en este caso hablamos de nivel superior, en el que también hay decenas de universidades que no tienen acceso a internet -debido a las zonas donde se ubican-, lo que significa que es muy probable que los universitarios tampoco cuenten con la herramienta en sus casas.
Ahora bien, el panorama para la educación básica no es nada alentador. Hablaba con profesores de primaria y secundaria que coincidían en algo: “Mientras no haya cercanía con el niño, no puede haber crecimiento”.
Aquí nos enfrentamos a un desafío más grande, debido a que son ahora los padres de familia quienes necesitan generar dicho acercamiento con sus hijos, pese a que estén tomando las clases en línea. O sea, hay una gran necesidad de que los padres hagan la tarea con sus niños, que jueguen con ellos y se involucren en sus temas educativos.
Sin embargo, la cuarentena ha reflejado el desapego que existe entre algunos hijos y sus padres, cuando los papás están dando más tiempo del que antes les dedicaban y muchos ya están hartos de sus propios niños.
Uno de los profesores hacía la suma, más o menos, de cuántas horas pasaba un papá con su hijo en tiempos sin covid-19, y la cuenta salió en no más de tres horas por día. Por eso ahora, luego de 70 días de encierro los maestros han detectado la desesperación de los papás.
“Un papá no está capacitado para atender a sus hijos académicamente y menos durante tanto tiempo”, me dijo el profesor Refugio Lerma, quien lleva 33 años de servir como profesor y director de primaria.
Esto es un grave problema, debido a que el padre de familia no tiene la pedagogía para tratar a su hijo y ayudarlo adecuadamente a resolver un problema escolar, entonces llega la desesperación y muy probable, los insultos y golpes hacia los menores.
¿Cómo lograr que esto cambie? Sin duda es muy difícil, el propio gobierno no ha podido, y si nos remitimos a cuestiones tecnológicas, bueno, eso depende menos de nosotros; sin embargo, hay algo que sí podemos hacer, para los más grandes, hacernos más autodidactas, para los menores, instar a sus padres a la no desesperación y al acercamiento.
Lo que viene en el tema educativo a nivel nacional es incierto, ya que es muy probable que, si antes de esto estábamos mal calificados, ahora será peor. El gobierno debe reformar todo este sistema para adecuarlo y garantizar una educación de calidad en todos sus niveles; capacitación para los docentes y trato directo con los padres de familia, de lo contrario, cada día iremos más en retroceso.
SINCRONÍA: “La educación en línea se perfila como una vía para especializarse de forma accesible y sencilla; sin embargo, aún queda por contestar si la educación por Internet es la respuesta a las deficiencias del sistema actual”.
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