Santiago Nieto
Por Gregorio Ortega
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 23 de enero de 2020.- El comentario de Ricardo Garibay acerca de los funcionarios públicos que embarnecen durante el encargo que desempeñan, fue siempre el mismo: ya comen con manteca.
Era su manera de referirse al origen de los que llegan, y dejar caer la sospecha de corrupción. Puede decirse que Santiago Nieto, desde su paso por el Consejo de la Judicatura Federal, a la sombra de Mariano Azuela Güitrón y Jaime Manuel Marroquín Zaleta, ha embarnecido. Lo conocí muy delgado, esmirriado, con los puños de la camisa luidos y los zapatos mal boleados.
Hoy opera a la sombra del presidente constitucional de México, y sí, es posible que después de su defenestración de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales haya incrementado su peso, su orgullo y su soberbia. Tan es así que se necesitó que Alejandro Gertz Manero, Fiscal de la República, le parara los tacos, para que AMLO respondiera por él, ofreciera poner atención y dejara en claro que opera estrictamente bajo sus órdenes. Es su mastín, pues. Como Arturo “El Negro” Durazo lo fue de José López Portillo.
El caso Odebrecht hizo agua en la Fepade, porque el fiscal abrió la boca, y hoy sucede lo mismo. Desde la Unidad de Investigación Financiera, se habla alegremente de inicio de investigaciones, de las que están en curso y de las solicitudes de apoyo a instituciones bancarias y a agencias de seguridad extranjeras, pero de los éxitos esperados imposible decir esta boca es mía.
Hace públicos decomisos, congelación de cuentas, órdenes de aprehensión, solicitud a Interpol para que emita fichas rojas, abre carpetas de investigación, amedrenta, pero nada concreta. Para asegurarse de que infunde temor también amenaza a las familias de los investigados, y lo mismo ha de ampararse Lozoya Austin, que su hermana, su madre.
¿Alguien sabe de alguna sentencia a un pez gordo? La noticia de éxito habla de inhabilitación para trabajar en el gobierno. Vaya castigo.
Todo indica que el señor Nieto y el Presidente de la República conocen el poder del miedo, y en él sustentan un modelo intimidatorio, para los opositores y los que merezcan castigo, pero olvidan las palabras que se consignan en la historia de la relación entre Aristóteles y Alejandro de Macedonia: “… los servicios del transgresor siempre deben compararse con sus delitos, y sólo si éstos son mayores que los primeros, debe castigársele.
“Sabía que todos los símbolos son mágicos, por defectuosos o perfectos que sean, y que el hombre debe de actuar de acuerdo con los hechos, y no con sus deseos”.
Gertz Manero ya avisó. Parece estar a favor del Estado de Derecho, aunque después de la presentación de la supuesta reforma judicial, quién lo sabe. Pero la imagen que me he formado de su personalidad y carácter es correcta, la próxima vez no avisará, presentará su renuncia, pues a su edad y con su trayectoria, hace mucho dejó de jugar a policías y ladrones.