Sheinbaum pinta su raya

Por Humberto Musacchio

Por Humberto Musacchio

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 30 de noviembre de 2024.- Ante las amenazas de Donald Trump hay que tener cuidado, pero no miedo; hay que prepararse, pero no esconderse. Por eso cabe aplaudir el posicionamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum ante la rabiosa campaña desatada en Estados Unidos contra los inmigrantes indocumentados y las diversas medidas que anuncia el próximo gobierno gringo contra México.

Apenas anteayer, un tal Tom Homan, el futuro llamado “zar de la frontera”, viajó a la frontera con México y se hizo acompañar por el gobernador de Texas, Greg Abbott, para amenazar de nuevo con deportaciones masivas, las que incluso se iniciarán antes de que el próximo gobierno de EU tome posesión, pues “el zar” hizo un anuncio ominoso que viola incluso el orden legal del país vecino:

“Habrá deportación masiva… La administración entrante ya se encuentra realizando planes al respecto”, declaró, pese a que la salida de los indocumentados implicaría una grave crisis en diversas áreas de la economía de Estados Unidos. El pequeño Hitler agregó que el gobierno de Trump recortará los recursos federales a los estados que se nieguen a cooperar con sus planes fascistas e, incluso, amenaza con arrestar al alcalde demócrata de Denver, Mike Johnston, por su promesa de proteger a los migrantes en la ciudad que gobierna.

En ese mismo clima intervencionista, Ken Salazar intervino para indicarle al gobierno mexicano lo que debe hacer ante la inseguridad de nuestra frontera con Guatemala, para lo cual, con actitud de virrey, dijo que se deben atender las condiciones que enfrentan los estados del sureste mexicano, al que llamó “rincón olvidado de México”.

Norteado en lo que se refiere a su idea de la geografía, además de Chiapas, metió en el sureste a los estados de Michoacán, Guerrero y Guanajuato, de donde “están saliendo tantos mexicanos… porque se requiere la seguridad. Ésa es la realidad de México que se reconoce donde quiera”, la que, según él, no se resuelve porque México no ha querido recibir los 22 millones de dólares que ofreció el gobierno de Biden para combatir la inseguridad.

Por supuesto, es necesario combatir con eficacia la inseguridad, pues durante el sexenio pasado, por razones inconfesables, se practicó la política de “abrazos, no balazos” en favor de la delincuencia. Desde luego, los mexicanos esperamos un cambio radical en ese enfoque que cedió a la criminalidad amplios espacios del territorio nacional, pero por experiencia histórica, sabemos que nada bueno podemos esperar de Trump, que se preocupa por él, no por nosotros ni por su pueblo.

En estas condiciones, resulta mezquino regatear apoyo a los planteamientos que expuso Claudia Sheinbaum en su carta a Trump. En las filas de Morena hay quienes dudan que la dignidad sea un camino adecuado para tratar con los filonazis, pues han amenazado con gravar las remesas que envían nuestros paisanos desde Estados Unidos y las mercancías de origen chino, mexicano y hasta canadiense.

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