“Mientras quede un ser humano que considere a los demás como seres humanos y no como material negociable, el mundo puede tomar otro derrotero”. Luis Eduardo Aute.
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 29 de marzo de 2021.- Parece por un momento que el mundo se arregla; todo empieza a alinearse y va a buena velocidad cada vez más cerca de la normalización. Quizás nueva normalización pero al fin algo para dar calma, para disminuir el estrés de poco más de un año. Un estrés vivido de diferentes maneras; unos sobre Mercedes Benz, otros en Metro; los hay en bicicleta, a pié. En la esquina con venta de tamales, en un jet privado con champaña o tequila de más de 3 millones de dólares y partes del mundo entre paredes de una residencia de lujo o de cascarones de lámina y cartón en Iztapalapa.
Ya está aquí la vacuna; como dice mucha gente: “la mejor vacuna es la que te toque”.
Allá vamos, casi todo el mundo quiere vacunarse; desde presidentes, realezas en decadencia, sin saber literalmente qué sucederá en 6 meses o más de un año ¿Cómo responderá la raza humana con cada vacuna en lapsos largos? Nadie sabe. Damos un brinco al vacío desde el peñasco más alto sin saber si nos recibirá una red. Si es así, no sabremos hasta caer qué tan resistente es. Claro, hay la opción de no brincar y toque la lotería de no recibir un flechazo del virus; quizás se sea inmune o tal vez se abra el camino a un funeral.
Aplausos, manos arriba meciendo la felicidad de ser inoculados y, si es la segunda dosis, sabemos de la espera de 15 días para salir con más confianza a la calle; con el tapabocas claro, pero con mucho menos miedo. La costumbre de lavarse las manos o ponerse gel serán parte cotidiana de la nueva normalidad hogareña, pero… es tiempo de los aguafiestas profesionales, de los voceros de la Organización Mundial de Salud, quienes no tardan en decir que falló esto o lo otro; que hay vacunas productoras de coágulos; confirman piratería de vacunas o vacunas falsas. La verdad, nada sorprendente en un momento de la historia donde hay una humanidad deshumanizada, convertida en mera estadística. Brasil con 100 mil infectados en un día. Si como mencionan en varias partes este número se multiplica por 8, de esos 800 mil infectados morirán 16 mil o más. Pero renace la esperanza: Cuba ya está en la tercera etapa de la vacuna creada en ese país, la gente la recibe también sin saber qué respuesta tendrá en meses. De esta forma se hizo en China, India, Rusia, Estados Unidos y otros países con sus propias vacunas. El riesgo con total incertidumbre tomado por cuanto ser humano en el planeta, sin contar a los pocos que no quieren vacunarse.
Curioso, de risa loca por no llorar de tristeza o de coraje, es el caso de los científicos de la Universidad Autónoma de Querétaro a quienes les falta la ridícula suma de 20 millones de pesos para tener una vacuna mexicana ¿Dónde están los recursos del gobierno? Vaya, de los 20 millones de mexicanos libres de la pobreza, si ponen un peso cada uno, se completa para la vacuna ¿De verdad tan mal estamos que los millonarios no pueden poner lo que ganan en un día para esta vacuna? Un partido político se vestiría de gloria donando 20 millones de los cientos que le otorga el INE para sus horrendas campañas políticas.
Probable en estos momento que la UAQ ya tenga los recursos por cualquier medio, ojalá. Ya estamos a nada de correr con una cara del Piojo Herrera al festejar un gol y abrazar a los hijos e hijas, nietos y nietas, a los abue; claro: a los amigos, incluso a aquellos que nunca abrazamos lo haremos tan fuerte hasta exprimir lágrimas. Abrazaremos a esa persona seducida en Tinder en tiempos de pandemia, que nunca hemos visto frente a frente. Rostros llenos de alegría al conocer a nuevos compañeros de escuela, de tertulia o de negocios. Si nunca la hemos sentido, en unos meses conoceremos la alegría de estar simplemente vivos.
Se olvidará el saludo de beso; a veces con gusto, a veces forzado, otras con desagrado; pero finalmente se borrará del manual de urbanidad por motivos de salud… ¿o no?
NOTA: ¿Hay algo más triste que la pandemia?: ¡SÍ!, las decenas de países que no han recibido una sola vacuna.