Tercer Grado y el lucimiento de AMLO

Por Arturo Sandoval

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 05 de mayo de 2018.- Convertido en uno de los mejores actos de campaña de López Obrador, el programa de Televisa, Tercer Grado del jueves pasado. El candidato de Morena se ahorró millones de pesos en buena propaganda. Él marcó la agenda a los cartuchos quemados de la mayoría de conductores, excepto, desde luego a periodistas respetados como René Delgado y Raymundo Rivapalacios.

Con Dóriga, Maerker y Loret, en el público prevalece la indiferencia a sus preguntas y conducta, por ser parte de un guión y no de pensamiento propio; con Zuckerman parecería que también, pero al final de las respuestas de AMLO, asentaba con la cabeza. Como publicista recomendaría no patrocinar los programas donde aparecen los tres primeros, debido a que no se les creen ni las verdades; el regreso de la inversión no se daría. Claro éstos y conductores de otros medios, pluralizaran algunos verbos con acento tabasqueño y le dirán la hora que AMLO les indique al instalarse como presidente: no se van a pelear con su dinero.

No sobra reconocer  las preguntas inteligentes a cargo de Rivapalacios y Delgado, dieron pauta para respuestas muy interesante de López Obrador, sobre todo en el cumplimiento de expectativas cuestionadas por Delgado.

Uno más de los aciertos de Andrés Manuel aprovechar una vitrina importante para lucirse a sus anchas, porque pocos o muchos de los indecisos al ver el programa, seguramente votarán por él. Tuvo respuestas para todo.

El mejoramiento de la imagen de López Obrador es notorio: traje azul marino bien cortado, corbata color vino, impecable corte de pelo, la mayoría de posturas físicas adecuadas, gestos y ademanes medidos pero espontáneos; en resumen: totalmente presidencial.

Aunque esto no se acaba hasta que… Peña, con muecas de sonrisas y cuerpo rígido, le entregue la banda presidencial a López Obrador, el uno de diciembre.