Tres Patines en el TEPJF
Foto: Especial
Por Humberto Musacchio
Periodistas Unidos. 05 de abril de 2020.- Para desgracia de México, lo publicado hace un mes en este espacio se confirma. En los círculos oficiales, la sustitución de cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral “se considera una oportunidad dorada para encumbrar a servidores fieles del orden actual”, a meros criados del interés morenista, “a simples levantadedos carentes de argumentos y de vergüenza… simples lacayos de Ya Saben Quién”.
Desde hace dos meses, el INE trabaja con sólo siete de los 11 integrantes de su Consejo General. El proceso para elegir a los faltantes debió resolverse antes de que se produjeran las vacantes, pero el retraso se atribuye a la actual contingencia sanitaria, aunque los malpensados creen que los escuderos de la 4T están buscando incondicionales para amarrar un consejo dócil a sus intereses.
Para hallar incondicionales, lo primero es cerrar el paso a quienes no lo son. Con tan elevado criterio se elaboró la lista de los 60 aspirantes a los que, sin mediar explicación, se les considera “idóneos”, en tanto que se resolvió dejar fuera a varios de los mejor calificados, especialmente Jorge Alcocer Villanueva, por mucho, el que tiene más y mejores títulos para ocupar una consejería, y que, por eso mismo, decidió acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Lo que demandó Alcocer fue que se hicieran públicas las razones de su arbitraria descalificación, pues cubre todos los requisitos exigibles y es, hay que repetirlo, el mexicano más calificado para integrar el consejo del INE. En suma, lo que pidió el experto en materia electoral fue que se le informara de la calificación que se le asignó y la que se otorgó a los aspirantes que fueron aprobados, por supuesto, exhibiendo razones y datos concretos de cada caso.
El 20 de mayo se anunció que la Sala Superior sesionaría para conocer la propuesta del magistrado ponente, Indalfer Infante, la que originalmente era favorable a Alcocer. Sin embargo, ese mismo día los académicos que reprobaron a Alcocer hicieron llegar un memorándum al presidente del Tribunal, Felipe Fuentes, en el que alegaban que el TEPJF era incompetente para juzgar lo que hicieron, ya que (los comisionados) actúan como integrantes de un órgano técnico que decide con criterios científicos, tan científicos, que ninguno de ellos es especialista en derecho electoral (de lo que podría exceptuarse a José Roldán Xopa, autor de dos libros sobre la materia). Además, por teléfono solicitaron una audiencia con todos los magistrados, petición concedida y cumplida el lunes 25 de mayo.
Al día siguiente, Indalfer Infante, basado en la doctrina jurídica de la Chimoltrufia, mostró que como dice una cosa dice otra, pues retiró el proyecto a favor de Alcocer y presentó otro en contra, redactado en menos de 24 horas, proyecto que en el pleno del día 27 sólo obtuvo el voto del ponente. De modo que seis magistrados dieron la razón a Alcocer y ordenaron al Comité dar a conocer y motivar la calificación que le otorgaron, lo que deberán hacer “a la brevedad”, aunque no está claro lo que eso significa. Hasta el día de hoy, el Comité sigue sin informar al Tribunal.
Pero la historia no termina ahí. Quienes siguieron en video la sesión del Tribunal vieron y escucharon que seis de siete magistrados abogaron en favor de Alcocer, que la propuesta de Infante fue rechazada y se acordó que el magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera redactara una sentencia acorde con el sentir de la mayoría, es decir, con lo expuesto por seis de siete magistrados.
Sin embargo, por esas cosas extrañas de la “justicia” mexicana, la sentencia publicada sólo consigna cuatro votos en favor de Alcocer, no seis, y en contra no uno, sino tres, pues los votos de los magistrados Janine Otálora y Reyes Mondragón fueron contados en contra de Alcocer, por haber manifestado que la sentencia debía revocar por completo lo actuado por el Comité en esta fase, para que volviera a calificar de manera transparente e imparcial. Por esa opinión se consideró que los votos de Otálora y Mondragón fueron en contra. De modo que si otro magistrado hubiera hecho lo mismo, pedir la revocación de lo actuado, Alcocer habría perdido, por exceso de apoyo.
¡Tres Patines en la tremenda corte electoral!