Una clara manera de gobernar

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 19 de abril de 2021.- El único gobernador que milita en el PRD, casi en extinción. Amigo cercano de Enrique Peña Nieto, a quien le debe su posición. Muy bravucón al principio hasta que hace un tiempo dijo que no podía con la inseguridad en su entidad y pidió apoyo a su denostado enemigo, Andrés Manuel López Obrador. Ya mostró de lo que está hecho, lo que repercutirá, sin duda, en sus compadres y quienes lo sostienen.

Se trata del ejecutivo (je, je) de Michoacán, Silvano Aureoles.

En una reciente y seguramente única visita a Aguililla, uno de los sitios donde el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) controla y hace sus exhibiciones frecuentes, acudió Silvano (catalogado acertadamente como Chiflano, por Jairo Calixto Albarrán), escoltado por una fuerza impresionante de militares y policías. Quería mostrar valor antes de su salida y de las elecciones en su estado.

Pero, oh sorpresa, un reducido grupo de pobladores, encabezado por el maestro de la CNTE, Fernando Padilla, lo estaban esperando para exigir que se abrieran la carretera: Aguililla- Apatzingán, tomada por el narco (el cual cobra derecho de peaje), ya que el trayecto de los pobladores lo realizan  por caminos de terracería de  hasta ocho horas para llevar alimentos y medicinas a su comunidad.

La respuesta, a fin de sexenio, fue pronta e inmediata. Silvano empujó al profesor y los fieles y agradecidos funcionarios del gober le quitaron los carteles y hasta le impidieron cobrar su jugosa quincena, seis mil pesos, por: ¡qué barbaridad!: molestar al virrey en turno.

Los que realizaron esa magnífica, democrática y valiente acción fueron: el fiscal estatal, Adrián López Solís. y  el secretario de seguridad (ja, ja), Israel Patrón Reyes. Además estuvo muy vigilante que nada les ocurriera a los dos, Marco Antonio Serrano, coordinador de seguridad integral.

Ahora que se habla ampliamente de democracia, de abuso gubernamental, de derecho a la información y expresión y de no limitar  los derechos humanos, Aureoles Conejo (este es su segundo apellido, y no un mote), ha dado muestras que debe hacerse para no fallar ante principios fundamentales del ser humano.

En un cartón, Rocha (La Jornada, 15 de abril), muestra a Padilla con dos cartulinas donde se lee: “Señor (o sea, Silvano), deje la corrupción”, en una, y en la otra, “Quiero vivir libre en Aguililla”. Una gallina (Aureoles), espeta: “Encaré a un halcón”. En el mismo periódico Helguera, presenta a un ayudante de Chiflano,  quien le recuerda: “Señor, para eso tiene a Latinus”, el portal financiado ampliamente con el presupuesto de Michoacán para que Brozo y Carlos Loret de Mola puedan burlarse hasta el cansancio de López Obrador. No hay otro tema en meses que les importe abordar, ni siquiera la pandemia en el aspecto epidemiológico, sino como elemento político.

Jabaz en Milenio (15 de abril), también mostro un Aureoles frenético.

Resultado, el palacio municipal de Agililla fue tomado por la población; el maestro Fernando Padilla exigió el pago de su quincena, lo cual no había ocurrido en 20 años que lleva realizando la docencia y el abogado Ignacio Mendoza Jiménez demandó a Silvano y los demás miembros del gobierno que estuvieron en la acción prepotente e irresponsable.

Mendoza Jiménez sabe y conoce del asunto ya que estuvo al lado de las autodefensas, sobre todo con el fallecido José Manuel Mireles.

Por cierto, quien en el gobierno anterior, del nefasto Enrique Peña Nieto, manejó y creo defensas con narcotraficantes a la cabeza, Alfredo Castillo, que terminó desmantelando  el deporte nacional.

No sabemos si Castillo aparezca en el reciente libro de Mario Maldonado, titulado:El traidor, donde se pone atención en Emilio Lozoya Austin, cuyo padre de segundo apellido Thalman, fue secretario de energía de Carlos Salinas de Gortari, cuando empezó la privatización de todo, en especial de los hidrocarburos.

Pero lo que si queda patente en el texto referido es que el saqueo a la nación mexicana jamás fue tan grande (pobre  Miguel Alemán) como en la administración peñanietista. No dejaron nada en lugares hoy indispensables para la salud, como la empresa de vacunas Birmex, de la cual próximamente hablaremos.

De esa camada es Silvano Aureoles Conejo, impulsor perredista del señor de Atlacomulco.

Ya quedó demostrada la catadura de porro con guaruras de Silvano Aureoles Conejo.

jamelendez44@gmail.com

@jamelendez44

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