Una insólita batalla

Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro

Por Jorge Meléndez

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 16 de enero de 2019.- En el momento que  los reproches  contra López Obrador eran más tonantes en voz de  medios y comentaristas, las diferentes encuestas demostraron que la población, incluida alguna que se quejaba, estuvo de acuerdo con la guerra contra el huachicoleo.  Es más, la famosa clase media que aparentemente no tiene más dios que su automóvil, según  varios  analistas, ha tenido un comportamiento realmente ejemplar haciendo colas en las gasolineras, dejando de utilizar su móvil  e incluso poniéndose de acuerdo con sus vecinos para llevar a los niños o ir al mercado.

               Según  diferentes estudios de opinión la cosa está así.

               El periódico Reforma le da 62 por ciento de aceptación a la medida de Andrés Manuel contra 27 que están opuestos. El Financiero sitúa  89 por ciento a favor y  sólo 11 por ciento en contra. Mitofsky plantea que 56.7 por ciento apoya la medida y 36.3 por ciento la rechaza.  El grupo Delas Heras dice que 72 por ciento están con el combate vs. los corruptos de la gasolina y el 18 por ciento no aceptan la estrategia oficial. En tanto Ciro Gómez Leyva informó que según el Gabinete de Comunicación Estratégico, de 8 a 9  personas avalan la propuesta del actual presidente de la República y únicamente uno  de diez la censura.

               Los números seguramente fueron sorprendentes hasta en las esferas oficiales, ya que la mayoría de sus críticos habían señalado omisiones de la encargada de Energía, Rocío Nahle, y la poca información proporcionada por Octavio Romero, el director de Pemex, quien se fotografió con el mandatario de Guanajuato, Diego Sinhué, y con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.  Después Octavio   tuvo una breve alocución en Palacio Nacional, al lado de López Obrador. Además, una buena cantidad de opinadores coincidieron en que hubo- y hay- falta de información para un asunto que preocupa a  los mexicanos.

               En este último caso, no hay que olvidar que el principal vocero de todo esto es el propio Andrés Manuel. Este ha realizado diferentes ruedas de medios con diferentes personajes, incluido el que está a cargo de la procuración de justicia, Alejandro  Gertz Manero, y el fiscal anticorrupción, Santiago Nieto. Ambos han entrado a precisar cómo van las investigaciones, hasta dónde han avanzado y de qué manera  seguirán en la ruta por no sólo desmantelar las redes de corrupción sino incluso castigar a una serie de responsables que sabían, desde hace años, los robos a la nación, la mala calidad de la gasolina que se distribuía en diferentes expendios y los negocios en los cuales participan desde narcotraficantes a ciudadanos pasando por funcionarios petroleros y los miembros del sindicato que todavía encabeza  el millonario, Carlos Romero Deschamps.

               Según Gertz, se han abierto mil 700 capetas de investigación; decomisado 4.5 millones de barriles de energéticos y el Sistema de Administración Tributario (SAT) ha encontrado inconsistencias por 3 mil 217 millones de pesos en 194 concesionarios de Pemex (La Jornada, 15 de enero).

               Al decir  de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la secretaría de Hacienda, a cargo de Santiago Nieto, en las gasolineras se han blanqueado más de 45 mil millones de pesos (en el sexenio de Peña Nieto únicamente se incautaron 10 euros en la guerra contra el  blanqueo de capitales). En este contubernio están involucrados notarios y desarrolladores inmobiliarios y se investiga a 50 empresas con manejos inusuales de efectivo (La Jornada, ídem).

               En el gobierno de Vicente Fox había 70 tomas de ductos, los cuales fueron aumentando hasta llegar a de 12 mil  581 con Enrique Peña Nieto.  El robo de combustibles es muy destacado  en siete   estados (el 80 por ciento del mismo) y en cuatro de ellos hay refinerías de Pemex: Hidalgo, Guanajuato, Tamaulipas y Veracruz. Es decir, que desde los mismos lugares donde se refina el petróleo hay desvío de ese producto. Lo cual muestra que es un asunto donde los gobiernos no hicieron nada o, incluso, participaron en los negocios que afectan a todos.

               Sin conocer  muchos de esos datos, pero dándose cuenta de la gran deshonestidad existente,  la ciudadanía apoya a Andrés Manuel. Pero asimismo lo respaldaron instituciones como el FMI, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), que puso al servicio del gobierno tres mil quinientas pipas para el abastecimiento,  y muchos críticos que no comulgaban con las ideas y propuestas de la llamada Cuarta Transformación.

               La batalla será larga, indudablemente, pero en la misma ya se ganó el primer round. Ahora hay que tener una mayor información y, desde luego, meter en chirona a una parte de quienes han  abusado del país y siguen tan campantes. De ser así, se habrá resulto favorablemente esta guerra.

               PD. Desde el martes 14 por la mañana circula una lista de quienes se harán cargo de los medios que deben ser de servicio público. Va: Sanjuana Martínez a Notimex; José Antonio Álvarez Lima a canal 11; Armando Casas a canal 22; Jenaro Villamil al Sistema de Radiodifusión Pública (SRP); Gabriel Sosa Plata a Radio Educación; Aleida Calleja al Imer y Fernando Coca al canal 14. Buen equipo que llegará en medio de una guerra de información singular.

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