Periodistas Unidos. Ciudad de México. 02 de marzo de 2022.- La doctora Georgina Araceli Torres Vargas, directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecnológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM, declaró que la máxima casa de estudios edita dos mil títulos por año, la mayor parte de la autoría de sus académicos. Con tal producción, la UNAM es líder de la industria editorial mexicana, pues los grandes monopolios internacionales han tenido siempre al libro mexicano como algo accesorio y, en el mejor de los casos, complementario de sus best-sellers y demás basura importada con la que llenan las librerías y ocupan el mejor lugar de exhibición, gracias a su poder económico. En lo referente al libro universitario, lo que hace falta es darle una buena distribución y una promoción acorde con la importancia de cada título para que ya no se atiborren las bodegas con papel impreso que nunca ve la luz, algo común a la mayoría de nuestras casas de estudios superiores. Sí, es indispensable que la UNAM salga a informar de lo que se hace en el rubro editorial. Será para beneficio de México y, por supuesto, de las finanzas universitarias.
QUE YA SE VA LA SECULT
Como si de veras ya fuera a procederse a la desconcentración de las dependencias federales, los trabajadores de la Secretaría de Cultura deberán informar si tienen algún impedimento para abandonar la capital y trasladar su residencia a Tlaxcala, donde se supone que tendrá su sede la misma dependencia, de acuerdo con la promesa, hasta ahora incumplida, de sacar del valle de México a las secretarías de Estado, con excepción de Gobernación, Relaciones Exteriores, Hacienda, Defensa e inexplicablemente Marina. Como se recordará, en enero de 2019, Alejandra Frausto se fue con gran publicidad a Tlaxcala, pero antes de una semana, regresó a la Ciudad de México, pues el personal se quedó en la CDMX, porque en la capital tlaxcalteca no había escuelas, hospitales ni vivienda para el personal de la Secretaría. Pura faramalla, pues la señora Frausto tiene oficinas en el Centro Cultural Los Pinos, en Reforma 175 y en Chimalistac. Pero así es esto de la 4T y su falta de planeación.
MURIÓ RAMÓN OJEDA MESTRE
En La Paz, Baja California Sur, donde vivía desde hace varios años, falleció el ambientalista Ramón Ojeda Mestre (DF, 1943), poseedor de un abundante currículum académico y una impresionante hoja de reconocimientos internacionales, fundador de la Academia Mexicana de Derecho Ecológico, de la que fue presidente; asesor de organismos nacionales e internacionales y miembro de numerosas organizaciones nacionales e internacionales de su especialidad. Promovió exitosamente la implantación del programa Hoy No Circula que permitió un respiro a los habitantes de la Ciudad de México, agobiados por la contaminación. Fue también director del Banco del Ejército y la Armada, diputado federal, procurador ambiental del Estado de México y secretario de la Corte Internacional de Arbitraje Ambiental. Deja una amplia bibliografía en la que se cuentan títulos como Derecho ambiental y desarrollo sustentable y El derecho administrativo en el umbral del siglo XXI.
MITOS Y CUENTOS INDÍGENAS
Se presentó el libro Mitos y cuentos indígenas de México (2 tt., FCE, 2022), antología preparada por la socióloga Elisa Ramírez, quien trabajó con historias que pertenecen a la tradición oral de lenguas como náhuatl, maya, otomí, mixteco, tzeltal, tzotzil, mixe, chinanteco y wixárika. Recogidos en los años 80 por lingüistas que recorrieron el país, son textos que contribuyeron al establecimiento de la educación bilingüe en las comunidades originarias. La autora de la recopilación, quien estuvo acompañada en la presentación por Hermann Bellinghausen e Irma Pineda, expuso una triste verdad: “En México se celebra y se reconoce que hay cada vez más poetas y escritores en lenguas originarias, pero, lamentablemente, hay menos hablantes”.